Una magistrada hispana suena como posible sustituta de la jueza Ruth Bader Ginsburg. Sin embargo de acuerdo a NYT la jueza Amy Coney Barrett, está en la lista de favoritas.
El presidente de Estados Unidos dijo este lunes que va a nominar a la sucesora a final de semana. Además insistió en que el Senado debe confirmar al magistrado antes de las elecciones.
A menos de 50 días de las elecciones presidenciales, la muerte el viernes de la magistrada progresista cambió el escenario. La polémica sobre si el reemplazante debe ser nombrado por Trump o por el ganador de noviembre es el epicentro.
“Haré el anuncio el viernes o el sábado, y luego comienza el trabajo. Esperemos que no sea demasiado trabajo”, dijo Trump en una entrevista este lunes con Fox News.
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El mandatario agregó que quería esperar a que terminaran los servicios fúnebres en honor a Ginsburg. Luego anunciará la designación, que es vitalicia y debe ser confirmada por el Senado, donde los republicanos tienen la mayoría. El nombre de una magistrada hispana está en la palestra.
Magistrada hispana posible nominada
El presidente de Estados Unidos tiene la atribución de nominar a los integrantes del alto tribunal. Trump designó a dos durante su mandato, optando por magistrados conservadores.
El mandatario dijo el fin de semana tener la intención de nombrar a “una mujer muy talentosa” para reemplazar a Ginsburg. La jueza fallecida ostentó posturas progresistas desde su ingreso a la Corte Suprema en 1993 a instancias del expresidente demócrata Bill Clinton.
El rival de Trump en las elecciones, Joe Biden, recalcó el domingo que las últimas palabras de la jueza fueron para expresar su deseo de que no quería ser reemplazada hasta que estuviera instalado un nuevo gobierno.
“Como nación, deberíamos escuchar su último llamado. No como un servicio personal para ella, sino como un servicio a un país que está en la encrucijada”, indicó el exvicepresidente demócrata. Biden supera a Trump en las encuestas a nivel nacional, pero está codo a codo en varios estados que son clave para llegar a la Casa Blanca como Florida, Pensilvania y Ohio.
En un momento en que dos senadoras – Susan Collins y Lisa Murkowski – se descolgaron de la mayoría republicana, este debate aumentó la presión. Los senadores oficialistas que enfrentan la reelección temen que mover ficha para nominar a un juez pueda beneficiar a los demócratas.
Trump está considerando a dos mujeres para reemplazar a Ginsburg. Ellas son las juezas Amy Coney Barrett y la magistrada Barbara Lagoa.
El mandatario destacó a Lagoa como una candidata “excelente”. Resaltó que es una magistrada hispana y que “ama a Florida”, el estado natal de la jueza.
También desestimó que las últimas palabras de Ginsburg fueran que no nombraran a su sucesor antes de las elecciones. Acusó a los líderes demócratas de dictar esta declaración.
“Lo esencial es que nosotros ganamos las elecciones y tenemos una obligación”. Afirmó y señaló que si los demócratas estuvieran en la misma posición habría “cero posibilidades” de que lo desaprovecharan.
El pasado de Mitch McConnell
En el centro del debate está el líder del Senado, Mitch McConnell. En 2016 se negó a votar al sucesor de un juez conservador que falleció bajo porque era un año electoral. En este caso indicó que organizará el voto antes de las elecciones.
Trump aseguró que el Senado tiene “mucho tiempo” para ratificar la nominación del nuevo magistrado antes de los comicios. Una magistrada hispana y otra de Luisiana están en la mente del presidente.
“La votación final en el Senado deberá tener lugar antes de las elecciones. Tenemos tiempo más que suficiente para eso”. Así lo dijo Donald Trump a la cadena de televisión.
Trump rechazó los argumentos de la oposición demócrata de que se debería esperar hasta después de las elecciones para designar al sucesor de Ginsburg.
Honras fúnebres
Más allá de si será o no una magistrada hispana la sucesora, hay que aguardar que finalicen las honras fúnebres.
Los restos de la magistrada serán velados en el edificio del alto tribunal y en el Capitolio, sede del Congreso estadounidense.
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En Estados Unidos, la Corte Suprema tiene poder de decisión sobre una amplia gama de temas. Desde los migratorios a los derechos reproductivos, tocando también temas como el acceso a la salud.
La configuración del máximo tribunal antes de la muerte de Ginsburg era de 5 contra 4, con mayoría de conservadores. De cuando en cuando algún juez más moderado se alineaba con los progresistas.
Si Trump nomina a otro magistrado el reparto quedaría 6 frente a 3.
Por: AFP