El número de lactantes menores de seis meses alimentados exclusivamente con leche materna en todo el mundo ha aumentado en un 10% en los últimos doce años, de acuerdo al Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, aun el número no es el esperado.
La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, y el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señalaron que «el porcentaje global de lactantes que se alimentan solo con leche materna se sitúa en un 48%, lo que se traduce en cientos de miles de bebés cuyas vidas se han salvado gracias a la lactancia materna».
La OMS espera aumentar en un 50% el número para el año 2025, pues se podrían salvar más de 820 mil niños al año.
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Los bebés reciben anticuerpos de la leche materna que los protegen. «Garantiza una fuente de alimentos segura, nutritiva y accesible, reduce la carga de enfermedades infantiles y el riesgo de ciertos tipos de cáncer y enfermedades no transmisibles para las madres», señaló la ONU.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, la lactancia materna prolongada reduce el riesgo de sobrepeso y obesidad en un 13%. También disminuye el riesgo de diabetes tipo 2 en 35%. Los bebés que son amamantados tienen un 60% menos riesgo de morir por síndrome de muerte súbita infantil, comparados con los que no son amamantados.