Las marañas psicológicas de un caminante en el corredor de la muerte de Arkansas, ya se habían desenredado cuando como carta póstuma dejó a su hermana una confesión de naturaleza cruel y la obligó a que la leyera un año después de su ejecución.
La fasciculada naturaleza de esa mente criminal redactó la postrera carta, para exculpar a un hombre que fue acusado a muerte en Florida por el asesinato de una mujer en 1983, homicidio que fue de su autoría y lo mantuvo en silencio hasta que las letras de la epístola lo desveló.
La Fiscalía del condado floridano de Broward (EE.UU.) inició los trámites para que la justicia anule la condena de un hombre ya fallecido por el asesinato de una mujer en 1983, a raíz de la confesión de un condenado a muerte que ya fue ejecutado.
De acuerdo a los datos emocionalmente difíciles de manejar, los tres protagonistas de esta historia de la que se hicieron eco los medios locales están muertos: Regina Harrison fue asesinada en 1983, el hombre acusado de su muerte, Ronald Stewart, murió de un cáncer en prisión en 2008, y Jack Jones, el verdadero asesino, fue ejecutado en 2017 por otros crímenes.
La hermana de Jones leyó la carta a finales de 2018 y así se enteró de que él fue quien mató a Regina Harrison, lo que comunicó a las autoridades, que iniciaron las investigaciones pertinentes para confirmar que fue así con análisis genéticos.