Alejandro Toledo, expresidente de Perú, se entregó a las autoridades estadounidenses este viernes 21 de abril a los fines de iniciar su proceso de extradición a Lima donde está acusado de corrupción y lavado de dinero.
Toledo, quien reside en Estados Unidos desde hace varios años, se presentó por orden judicial en horas de la mañana de este viernes en un tribunal federal en San José, California, donde quedó a disposición del servicio de alguaciles.
En Lima la procuradora del caso, Silvana Carrión estimó que “en dos o tres días” será enviado a Perú en un vuelo comercial.
Toledo, de 77 años, que gobernó Perú de 2001 a 2006, salió de su residencia en Menlo Park acompañado de su abogada y su esposa Eliane Karp.
Desde temprano una nutrida comitiva de medios de comunicación lo esperaba en la entrada del edificio federal Robert F. Peckham, donde debía entregarse, no obstante el expresidente los evadió e ingresó discretamente por otra puerta.
El Servicio de Alguaciles de Estados Unidos confirmó la entrega de Toledo y fuentes judiciales informaron que se esperaba que el proceso de extradición durara menos de una semana.
El exmandatario peruano permanecerá en un sitio de reclusión adecuado hasta que sea entregado a las autoridades de Perú según puntualizó en un fallo esta semana el juez federal Thomas Hixson, del distrito norte de California, quien le ordenó entregarse sin más dilaciones el viernes.
Acusado en Lima en el marco del escándalo de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht, Toledo ha negado tales señalamientos y presentó varias peticiones para bloquear la extradición que Perú busca desde 2018 y que Estados Unidos autorizó en febrero del presente año.
Todos sus recursos para retrasar el proceso fueron denegados. El miércoles 19 de abril pidió postergar su entrega cuatro días por compromisos médicos, algo que el juez Hixson rechazó. Y el jueves 20 de abril presentó un recurso de emergencia en un tribunal federal en Washington para que se reconsiderase su caso, lo que fue desestimado.
Toledo dice que es inocente y que en Perú su integridad podría correr peligro. Sin embargo los diversos tribunales ante los cuales ha intercedido no han encontrado razones sustanciales para impedir su extradición.
“Estamos listos para trasladar al doctor Toledo a Perú para acatar la orden del tribunal”, dijo el fiscal federal adjunto, Kyle Waldinger, en días pasados.
Toledo fue detenido en 2019 en Estados Unidos, donde residía tras haber trabajado en la Universidad de Stanford. Inicialmente fue encarcelado, pero en 2020 fue puesto bajo arresto domiciliario con la obligación de usar una tobillera electrónica.
Perú lo acusa de haber recibido millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de licitaciones para obras públicas. Los fiscales piden 20 años y seis meses de cárcel.
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Odebrecht reconoció el pago de coimas en Brasil y en otros países de la región en el marco del escándalo Lava Jato, por el que decenas de políticos y empresarios de América Latina están encarcelados.
En el caso de Toledo han sido claves los testimonios de su antiguo colaborador Josef Maiman, y de Jorge Barata, exrepresentante de Odebrecht en Perú. Ambos afirman que el exmandatario recibió los sobornos.
Otros cuatro expresidentes peruanos enfrentan procesos judiciales por corrupción: Ollanta Humala (2011-2016), Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), Martín Vizcarra (2018-2020) y Pedro Castillo (2021-2022).
El expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) fue condenado también por corrupción, además de crímenes de lesa humanidad, y Alan García (2006-2011) se suicidó en 2019 cuando la policía estaba a punto de detenerlo bajo sospechas de vinculación con el caso Odebrecht.