Gary Ray Bowles, un asesino en serie de hombres homosexuales adultos que en 1994 mató a seis personas, fue ejecutado este jueves por el estado de Florida. Al hombre de 57 años lo declararon muerto por inyección letal a las 10:58 de la noche hora local, reseñó BBC Mundo.
La medida se cumplió en la Prisión Estatal de Florida, en el condado Bradford, al norte de la entidad, y luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos desestimara una apelación de última hora presentada por su defensa.
Durante su último día con vida, Bowles no recibió ninguna visita y su última comida consistió en tres hamburguesas con queso, patatas fritas y tocino, informó el Departamento de Correcciones de Florida.
En una última declaración escrita, pidió perdón “por la pena y los sufrimientos” que causó. “Nunca quise que mi vida se pareciera a esto. Uno no se levanta un día y decide que se va a convertir en un asesino en serie”, lamentó.
Bowles fue condenado a muerte por el asesinato de Walter Hinton, ocurrido en noviembre de 1994 en Jacksonville Beach (Florida), en las inmediaciones del corredor de la autopista interestatal 95. Hinton fue el último de sus seis crímenes cometidos a lo largo de tres estados de la costa este de Estados Unidos.
Se declaró culpable en 1996 y fue sentenciado en 1999 por el asesinato de Hinton. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó su orden de ejecución el 11 de junio de este año.
Apodado por las autoridades como “el asesino de la I-95”, Bowles mantuvo un mismo modus operandi. Ahogaba a sus víctimas con diferentes objetos, entre ellos trapos, rollos de papel higiénico, tierra y hasta un juguete sexual. Siempre se trató de hombres con quienes se iba a vivir.
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Con el homicidio de John Hardy Roberts en Daytona Beach (Florida), comenzó la serie de asesinatos que continuaron en Rockville (Maryland), Savannah y Atlanta (Georgia), Nassau y Jacksonville Beach.
La Policía obtuvo la identidad del asesino serial desde el primer asesinato cometido en marzo de 1994, cuando fue grabado por una cámara de vigilancia tratando de sacar dinero de un cajero automático, de la cuenta de Roberts.
Sin embargo la captura de Bowles resultó más complicada, lo que dio tiempo de perpetrar los otros cinco asesinatos.
Antes del cometer la serie de asesinatos de 1994, Bowles había cumplido una condena a ocho años de cárcel por golpear y violar a su novia en 1982. Documentos presentados por su defensa revelaron antecedentes violentos y consumo de estupefacientes desde temprana edad.
Bowles era hijo de un minero que murió antes de su nacimiento. Padeció el abandono de su madre y sufrió abusos por parte de varios padrastros. A los 13 años de edad casi mata a una de las parejas de su madre de una pedrada en la cabeza tras una discusión. Este episodio obligó a Bowles a huir de su casa y, según reconoció tras ser detenido, se dedicó a la prostitución para sobrevivir.
La de Bowles es la segunda ejecución del año en Florida y la número trece en todo el país. Desde que el Tribunal Supremo reintrodujo la pena de muerte en 1976, en Estados Unidos han sido ejecutados 1.503 presos, 99 de ellos en Florida.