Dos asistencias, gol y una nueva exhibición en la tierra del ‘soccer’: James Rodríguez dio el boleto a Colombia para la semifinal de la Copa América al conducir la paliza 5-0 sobre Panamá este sábado en Glendale, Arizona.
La Tricolor buscará acercarse a su segundo título, tras el alzado en casa en 2001, cuando enfrente el próximo miércoles 10 de julio en Charlotte, Carolina del Norte, a Uruguay, que eliminó en penales 4-2 a Brasil la noche del sábado en Las Vegas, Nevada.
El ’10’, de 32 años, camina a convertirse en el MVP de la mano de un plantel desconocedor del sabor de la derrota: igualó su mejor racha de invencibilidad, de 27 partidos, establecida por Carlos ‘Pibe’ Valderrama y compañía entre 1992 y 1994.
El zurdo asistió al delantero Jhon Córdoba (8) en un córner y a Luis Díaz (41) con un pase de mariscal de campo, y marcó de penal (16) su tanto 28 con la selección, diana que lo aísla como segundo artillero histórico por detrás de Radamel Falcao García, que hizo 36.
“Supimos hacer los goles rápido y eso nos dio control del partido”, afirmó James.
El mediocampista Richard Ríos (70) y el ariete Miguel Borja (90+4) de penal concluyeron la goleada contra unos canaleros que disputaron sus primeros cuartos de final del torneo de selecciones más antiguo del mundo.
Mostrando probablemente su mejor fútbol, tras años de lesiones recurrentes, Rodríguez guió a su país a su décima semifinal de Copa América, la segunda consecutiva tras Brasil-2021, donde cayeron con la campeona Argentina.
Noqueo temprano
Los pronósticos de que la defensa panameña, inesperada inquilina en esta instancia, sería un hueso duro de roer resultaron exagerados.
Los cafeteros de Néstor Lorenzo, artífice de 24 de los 27 partidos invictos, noquearon cualquier chance canalera en el primer cuarto de hora del juego disputado en el State Farm Stadium, hogar de los Arizona Cardinals, de la NFL.
Los aficionados tricolor fueron inmensa mayoría en el recinto, con cubierta y sistema de climatización para espantar las temperaturas superiores a los 40 grados, aunque estuvieron lejos (39.740) de ocupar los 63.400 asientos.
Se dieron un banquete con la magia del capitán, tal vez en un nivel superior al que lo hizo globalmente famoso en el Mundial de Brasil-2014. Y primero por una vía, la aérea, que los centroamericanos habían prometido cuidar.
James, de futuro incierto en el Sao Paulo, cobró un córner al corazón del área chica, donde Córdoba venció la marca del central José Córdoba y anotó de cabeza su segundo tanto en el certamen.
No pasaron cinco minutos cuando Colombia dio otro ‘punch’: tras una buena jugada individual, Díaz puso a correr a Jhon Arias, quien fue derrumbado dentro de las 18 por el portero Orlando Mosquera.
El ’10’ se encargó de marcar su primera diana con un zurdazo cruzado que despistó al guardameta panameño.
Ovacionado
Comandada por Thomas Christiansen, Panamá enseñó sus últimas señales de vida con dos acciones que mostraron la mejor cara de portero colombiano, Camilo Vargas, vital para despejar en la línea un cabezazo del zaguero Roderick Miller (18) que antes golpeó el palo y un remate rastrero del ariete José Fajardo (21).
“El resultado fue excesivo desde mi punto de vista. Pero los errores que cometimos no es posible cometerlos con equipos de la calidad de Colombia”, afirmó el timonel.
Temiendo quizás una asonada panameña, James protagonizó otra jugada para el deleite antes del intermedio. Desde propio campo, cobró rápido un tiro libre a espalda de la zaga rival para ratificarse como mayor asistidor (5).
Hasta allá corrió Díaz para bañar a Mosquera y anotar su sexto gol en Copas América, empatando al fallecido Delio “Maravilla” Gamboa en la tercera posición de artilleros históricos colombianos en la competición.
Guiada por el volante Cristian Martínez, Panamá continuó mostrando amor propio, pero no pudo volver a ver a Vargas. Por el contrario, con el “olé” en las tribunas, siguió padeciendo el talento de los cafeteros, que ni resintieron la ausencia del suspendido Jefferson Lerma, eje del mediocampo.
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Ríos reanimó la contienda con un derechazo de media distancia, la última acción celebrada en el campo por el ’10’, que tras el 4-0 cedió su lugar a Juan Fernando Quintero para recibir ovaciones.
Emulando al capitán, ‘Juanfer’ ejecutó un lanzamiento al vacío por el que Santiago Arias fue violentamente derrumbado por Córdoba dentro del área. El revulsivo Borja, con un tiro seco, selló el apaleamiento de una Colombia que sueña en grande.
Por: AFP