El tiroteo de Nicetown-Tioga, de acuerdo a la opinión del senador demócrata por el estado de Pensilvania, Bob Casey, es un ejemplo de cómo el sistema en el que la nación delega la venta de armas debe ser intervenido, debido a que un criminal con amplio prontuario puede tener acceso a un fusil de rango militar.
Las declaraciones del congresista fueron remitidas a esta sala de redacción a través de un comunicado de prensa, en el que el político nacido en Scranton manifiesta su opinión en torno a los acontecimientos de ayer, donde seis policías fueron heridos de bala por un delincuente que tenía en su poder un arma automática de alto calibre.
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El senador por el estado de Pensilvania expresó en su nota a los medios de comunicación, que “aunque todavía se están recopilando datos, los informes de prensa indican que el pistolero tenía un largo historial de condenas penales y que nunca habría tenido acceso a un arma de fuego con una verificación de antecedentes adecuada. También sabemos que este ataque es otro ejemplo de un individuo que utiliza un arma de alto poder, de tipo militar, para aterrorizar a una comunidad y causar daño”.
Según se informó a través de medios locales ayer, el pistolero de Nicetown-Tioga, identificado como Maurice Hill, cuenta con registros públicos que muestran que fue arrestado alrededor de una docena de veces desde que cumplió 18 años, y condenado seis veces por cargos que involucraban posesión ilegal de armas, tráfico de drogas y agresión con agravantes. Ha estado dentro y fuera de la cárcel; la sentencia más larga que se le impuso fue en 2010, cuando un juez federal le impuso una pena de 55 meses.
Robert Patrick “Bob” Casey, Jr., aprovechó el espacio en los medios para expresar que “hoy, nuestro Estado Libre Asociado y nuestra nación están orando por los oficiales de policía de Filadelfia que resultaron heridos ayer en el ataque, por sus familias y por la comunidad del norte de Filadelfia. Tenemos una deuda sustancial de gratitud con las fuerzas de seguridad que respondieron a la escena y trabajaron para mantener a los residentes a salvo”.
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De forma contundente el congresista señaló que “la violencia armada es una epidemia de salud pública y ya es hora de que el Congreso tome medidas para enfrentarla. Hay medidas de sentido común que podemos tomar para reducir la probabilidad de que una persona pueda amenazar a una comunidad con un arma de asalto de tipo militar y debemos tomarlas. El líder de la mayoría, McConnell, debería llamar al Senado a Washington inmediatamente para debatir y votar sobre la legislación contra la violencia armada”.