La agencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en acción conjunta con y la organización Hospitalidad y Solidaridad inauguraron en la ciudad de Tapachula en México, en la frontera con Guatemala, el primer albergue del país destinado de forma exclusiva a la atención de refugiados y solicitantes de asilo.
“El incremento del número de personas que llegan a Tapachula en busca de protección como refugiados derivó en la necesidad de fortalecer la capacidad existente en esta ciudad para recibir a las personas en condiciones dignas y seguras”, informaron mediante un comunicado ambas instituciones.
Este albergue tiene capacidad para 300 personas y su edificación fue financiada en su totalidad por la ACNUR. “Es el primer albergue del país dedicado exclusivamente a la atención y acompañamiento de personas refugiadas y solicitantes de asilo”.
“El albergue que se inaugura hoy (2 de diciembre) busca prestar servicios mediante un modelo basado en la dignidad, el respeto, la eficiencia, la sustentabilidad y la vinculación con otros actores (sociedad civil, academia, gobierno e iniciativa privada)”, puntualizaron las organizaciones.
Según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en Tapachula, ubicada en la zona suroreintal estado de Chiapas, se registra más del 60 % de las 36.000 solicitudes de asilo que ha recibido el país en lo que va de 2020.
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“Los albergues de la sociedad civil constituyen la columna vertebral de la respuesta humanitaria en México. Cada vez más vemos que incrementan su capacidad para brindar asistencia integral a las personas que han huido de la violencia y la persecución en sus países y han solicitado asilo en este país”, indicó Mark Manly, representante de Acnur en México.
Conjuntamente con los refugiados, el albergue también recibirá a solicitantes de asilo que salieron de las estaciones migratorias del Instituto Nacional de Migración bajo el programa Alternativas a la Detención que les permite buscar refugio en libertad.
Acnur y Hospitalidad y Solidaridad indican que las leyes migratorias “prohíben la privación de libertad de niños y niñas en estaciones migratorias, incluyendo los acompañados por familiares adultos”.
“En el nuevo escenario propiciado por la pandemia, acciones como esta dejan en claro que la solidaridad es el camino para la construcción de una verdadera y efectiva integración para esta población en situación vulnerable”, acotó Alonso Hernández, director de Hospitalidad y Solidaridad.
Desde 2018 han aumentado las caravanas de migrantes en Centroamérica que huyen sus países de origen y atraviesan México caminando para llegar a Estados Unidos.