En la etapa de cuarentena, la cocina ha sido una de las áreas más desarrolladas por personas alrededor del mundo. Es una actividad relajante y unificadora. Las pizzas han sido de los alimentos más elaborados y compartidos en redes sociales. Su simpleza y al mismo tiempo complejidad, hacen que sea un plato muy popular.
Primero, hay que establecer los ingredientes necesarios. Aunque los toppings y el tipo de queso pueden variar según apetezca, para la masa los alimentos que hay que buscar suelen ser siempre los mismos. Lo mismo ocurre con la salsa, la clásica de tomate lleva cuatro ingredientes básicos, pero hay pizzeros que se atreven con otras opciones como las de base de nata.
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Con la masa es ideal usar una harina que no sea de repostería, porque la pizza necesita fuerza para subir y el ingrediente para dulces no funcionará bien; sal, aceite de oliva, levadura- preferiblemente de cerveza- y agua fría.
Hay quien prefiere la pizza con masa fina y crujiente y hay quien la prefiere más gruesa y esponjosa por dentro. Si gustan las primeras, lo mejor es estirar la masa con un rodillo hasta que tenga un espesor de entre 3 y 6 mm. Si se deja más fina, es probable que no aguante con la salsa y el relleno.
Si, por el contrario, se prefiere una masa más gruesa, ligeramente crujiente por fuera y esponjosa por dentro, funciona mucho mejor estirarla con las manos, presionando y estirando.
Es recomendable antes de meter la pizza al horno, precalentar la bandeja donde se cocinará.
Para la salsa lo ideal es usar tomate natural, el frito es muy dulce; aceite de oliva, albahaca y sal. Se debe evitar colocar una montaña de ingredientes sobre la masa, pues la pizza no se horneará bien,
El sabor de la pizza se potencia con el tiempo, según explicó un estudio de la Universidad de Stirling (Escocia). El queso derretido, por ejemplo, se asiente bajo la salsa de tomate, y todos llevan a que su sabor se haga más presente, pero solo pasa si se guarda bien. Se debe envolver en papel de cocina o de horno y meter en un recipiente hermético antes de dejarla en la nevera. Así logrará que la masa no se moje y conserve su textura crujiente.