El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó la tercera sentencia de muerte en lo que va de año en el estado de Florida. En esta oportunidad se trata de Darryl Bryan Barwick, un hombre condenado a la pena capital por un asesinato cometido en 1986; la fecha de esta ejecución fue pautada para mayo próximo.
En un escrito enviado a Warden Donald Davis, director del Departamento de Prisiones de Florida, el mandatario le informa que firmó dicha pena de muerte y adjunta el documento de sentencia de la Fiscalía.
Según el citado documento, firmado por la fiscal general de Florida Ashley Moody, el condenado Barwick fue declarado culpable de asesinato en primer grado en noviembre de 1986 por la muerte de Rebecca Wendt, que ocurrióa finales de ese año en el condado de Bay.
“Barwick también fue declarado culpable de robo a mano armada e intento de agresión sexual”, según dice la sentencia que, además indica que Barwick fue condenado a muerte por el asesinato de Rebecca Wendt el 30 de enero de 1987 por un tribunal de primera instancia, en el que el jurado falló con 9 votos a favor y 3 en contra de la ejecución.
Luego de una apelación, la Corte Suprema de Florida revocó la condena de Barwick y envió el caso a un tribunal inferior para un nuevo juicio, en el que nuevamente resultó condenado a muerte, en agosto de 1992 según detalla el documento de la Fiscalía de Florida.
La ejecución de Barwick está programada para el 3 de mayo de 2023 a las 6:00 de la tarde (hora local).
En enero del presente año se realizó la primera ejecución de un condenado a muerte desde 2019. Donald David Dillbeck, de 59 años y condenado a muerte por un asesinato cometido en 1990, años después de haber matado a un policía, fue ejecutado con una inyección letal.
La Conferencia de Obispos Católicos de Florida solicitó a DeSantis en una carta que no firmara la autorización para ejecutar a Dillbeck, pero fue ejecutado. En el escrito, los prelados subrayaron que castigar con la pena de muerte “debería ser inadmisible”.
Para el próximo miércoles 12 de abril está programada la ejecución de Louis Gaskin, condenado a la pena capital por un doble homicidio cometido con un rifle en 1989.
En 2021 el presidente Joe Biden aplicó una moratoria a las ejecuciones federales, después de que su antecesor, Donald Trump, las reanudara durante su mandato presidencial.
Según datos del Departamento de Prisiones de Florida, en la actualidad existen cerca de 300 presos en el “corredor de la muerte”, como se conoce el lugar donde permanecen los que van a ser ejecutados.
El preso de edad más avanzada en este lugar es el ecuatoriano Nelson Serrano, de 80 años, quien fue condenado por tres asesinatos que aún hoy asegura que no cometió y cuyo caso es visto por organizaciones de derechos humanos como un atropello judicial.
Te puede interesar:Fiscalía pedirá pena de muerte para ex marine que mató a familia en Florida
Florida podría reducir las exigencias para sentenciar a una persona a la pena de muerte en atención a un proyecto de ley que ya superó el trámite en el Senado y deberá ser aprobado en la Cámara de Representantes antes de ser enviado para su firma al gobernador DeSantis, quien es favorable a la medida.
El proyecto, aprobado recientemente en el Senado con 29 votos a favor y 10 en contra, establece que un juez podrá imponer la pena de muerte a un condenado si 8 de los 12 miembros del jurado así lo recomiendan, algo que va contra la doctrina de la Corte Suprema de Justicia estadounidense, que considera inconstitucional para estos casos la mayoría simple y exige un voto unánime.
DeSantis anunció en 2022 que quería volver a la condena a muerte por mayoría simple, vigente en Florida hasta que la Corte Suprema obligó a cambiarlo en 2016.