Tener al lado a una persona con quien compartir los días en ocasiones puede no ser la mejor idea, ya que a veces puede influir negativamente en la otra persona, sobre todo en la salud.
Un estudio de la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos, reveló que las mujeres que tienen relaciones infelices tienen más riesgo de sufrir enfermedades del corazón que aquellas que viven de forma más armoniosa.
Si bien todas las parejas tienen altibajos y momentos que deben superar, el estudio destaca que hay que saber diferenciar entre una relación con pequeños conflictos y una destructiva.
Algunas señales que pueden indicar que la relación es destructiva son:
- Pérdida de tu identidad: Se comienza a creer lo que tu pareja dice que eres, a tal grado de convertirse en alguien que no conoces.
- Dolores: Tener una mala comunicación con tu pareja puede causar desde dolores de cabeza, tensión muscular hasta ansiedad, pero otro grave problema es que se puede caer en malos hábitos por tratar de remediarlos.
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- No cuidas de ti: Amar es cuidar de la otra persona, pero no al grado de olvidarte de ti, complacer las necesidades de tu pareja por encima de las propias es una manera en la que tu relación acaba contigo.
- Duermes mal: Lidiar con problemas constantes altera los ciclos de sueño, debido a que en todo momento estás pensando cómo resolverlos, y no tener un buen descanso a largo plazo podría traducirse en depresión.
Aunque el amor es una razón muy poderosa para permanecer con una persona, es importante ser una persona muy objetiva y evaluar si se vive en una relación destructiva.