Los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach, los más afectados por el nuevo coronavirus en Florida, quedarán por ahora fuera de la primera fase de la reapertura del estado, que comenzará el próximo lunes 4 de mayo según anunció el gobernador Ron DeSantis.
El mandatario floridano explicó cómo Florida de forma progresiva irá retornando a la normalidad de una “manera inteligente, segura y paso a paso”, manteniendo como prioridad la protección de las personas más vulnerables que son los ancianos y los enfermos crónicos.
En el marco de una conferencia de prensa que ofreció en la ciudad de Tallahassee, capital del estado, DeSantis, indicó que en la Fase Uno se relajarán la mayoría de las medidas que restringían la actividad económica que fueron incluidas en el decreto de confinamiento que entró en vigencia el 1 de abril, un mes después de confirmado el primer caso confirmado de COVID-19 en el estado que al día de hoy contabiliza 33.690 casos y 1.268 muertes.
Se mantendrá la obligatoriedad del distanciamiento físico de seis pies (1,82 metros) entre personas y la prohibición de reunirse más de diez personas.
Con la excepción de cines, bares, gimnasios, peluquerías y otros establecimientos de servicios personales, el resto de los negocios podrán abrir sus puertas en Florida a partir del próximo lunes, aunque algunos deberán funcionar con determinadas restricciones.
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Los restaurantes podrán atender solo el 50 % de sus mesas, pero si tienen terrazas bastará con mantener la distancia física entre los clientes, y las tiendas funcionarán al 25 % de la capacidad.
El gobernador declinó ofrecer una fecha para el inicio de la Segunda Fase y tampoco dijo cuándo será la inclusión de los tres condados del sureste, donde se concentran un importante número de casos.
Miami-Dade, uno de los tres condados ubicados en dicha zona que cuenta con 2,7 millones de habitantes, presenta 12.063 casos y 338 muertes, las cifras más altas de todo el estado. Le sigue Broward con 4.953 casos y 182 muertes y Palm Beach, con 2.963 casos y 178 muertes.
En los tres condados que quedaron fuera de la Fase Uno, ya abrieron algunos parques públicos, marinas y campos de golf. Con las mascarillas puestas y guardando la distancia de seguridad, salvo en algunos momentos en que la gente se agolpaba, se vio a los habitantes de Miami-Dade, Broward y Palm Beach disfrutar de un día caluroso y soleado.
La prueba de fuego se producirá este fin de semana cuando se espera que numeroso público disfrute de unos lugares de esparcimiento que hasta ahora les estaban vedados.