El presidente de los Estados Unidos ha hecho una accidentada carrera de vallas en el óvalo cristiano protestante estadounidense, que creó para el mandatario un evento especial en Florida, lugar desde donde se lanzó la coalición Evangélicos por Trump, punto latitudinal donde además impactó un huracán de críticas de pastores y organizaciones que lo adversan.
El candidato republicano a las presidenciales de 2020 está preocupado por los protestantes que han apostatado en su contra y como respuesta a “esas pérdidas de fe” su oficina de campaña organizó un evento proselitista en un “megatemplo” ubicado en la ciudad de Miami.
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El Jefe de Estado, quien es un vecino más en la ciudad que alberga su residencia personal conocida como Mar-a-Lago, con la celebración de este acto dio muestras de que su sueño se ha perturbado ante la posibilidad de perder parte del apoyo del voto evangélico que en 2016 sufragó en rango de 81% para llevarlo a la Casa Blanca.
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Donald Trump al parecer se encuentra intranquilo desde que fue cuestionado recientemente por la revista Christianity Today, la influyente publicación de esta Iglesia, que en un editorial de mediados de diciembre pasado señaló que él debería ser destituido de su cargo.
Proselitismo en el templo
Trump realizó el viernes un llamado a los feligreses y pastores reunidos en el Ministerio Internacional del Rey Jesús, liderado por el pastor Guillermo Maldonado, a reelegirlo y repetir así la “monumental victoria” de 2016. Invitó a los asistente a “reventar en 2020 los números” que lo transformaron en el cuadragésimo quinto Presidente de los Estados Unidos.
En un discurso centrado en temas cruciales para la comunidad religiosa como el aborto, la “cruzada contra el cristianismo” y el apoyo de su Gobierno a Israel, Trump se refirió a Maldonado como un “gran tipo”.
El evento sirvió de plataforma para el lanzamiento de la coalición Evangélicos por Trump, que busca la permanencia del republicano en la Casa Blanca, en una nación donde un cuarto de sus ciudadanos se identifica con este credo.
Es precisamente esa correlación la que puso en “sobremarcha” a la Oficina de Campaña y el evento es el reconocimiento de que algo no muy bueno está ocurriendo con el electorado WASP (White, Anglo-Saxon and Protestant), al punto que para el “mitin” se pidió la asistencia de indocumentados en apoyo del republicano y a no temer deportaciones.
Algunos analistas creen que las cosas están mal para Trump en la población protestante, debido a que acudió al apoyo de los evangélicos latinos de Florida, estado que siempre ha sido decisivo a la hora de transformar a un candidato en presidente.
Previo al discurso de Trump, el pastor Maldonado aseguró a los asistentes que su presencia era a “título personal”, al señalar que el Ministerio Internacional del Rey Jesús era una organización apolítica.
Esta Iglesia manifestó que Maldonado “ha sido seleccionado para formar parte de la Coalición Evangélica por Trump”, un grupo de pastores que rezan y asesoran al presidente sobre asuntos espirituales importantes desde una perspectiva cristiana.
El hondureño, que es frecuente visitante de la Casa Blanca, rezó durante el evento por Trump y pidió a Dios “guiarlo y darle fuerza para continuar liderando hasta que Dios ordene”.
Trump frente al micrófono
Apremiado por la actualidad, el presidente Donald Trump aseguró a los asistentes que el “baño de sangre” se acabó, en relación al ataque de Estados Unidos de este jueves que terminó con la vida de Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán.
Con énfasis, y a tenor del tema principal de la convocatoria, el republicano invitó a los potenciales votantes a “trabajar duro” como lo hicieron hace cuatro años.
Trump, quien se ve a sí mismo como un campeón de los evangélicos en la Casa Blanca, ideó en Miami contramedidas dado el aumento de críticas a su administración llegadas de los templos y fue así que programó el evento celebrado el viernes en la megaiglesia de Kendall, en el condado de Miami-Dade, con capacidad para 7 mil feligreses y la cual se ha desmarcado del mitin político al señalar que solo alquiló el local por “una compensación justa”.
Al mencionar que se trata de “la congregación más grande de hispanos en Estados Unidos”, Trump bromeó con asistir en algún momento al servicio dominical del pastor hondureño.
Evangélicos en contra
Un día antes del gran encuentro con Trump en el templo de la iglesia Internacional del Rey Jesús, más de una docena de líderes religiosos cristianos en Florida firmaron una carta abierta a Trump haciéndole “responsable de la división en este país con sus peligrosas políticas”.
El ministro Kevin Chambliss, ministro de la Juventud de la Iglesia Bautista Misionera del Pacto en el Condado de Miami-Dade (NAACP), se mostró especialmente preocupado por la dura política migratoria de Trump, que ha separado niños de sus padres e impulsado por deportaciones masivas, y lamentó su “desdén desenfrenado por la ley” y las minorías de esta nación.
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Los líderes religiosos, que hablaron durante un evento organizado por el Partido Demócrata de Florida, criticaron que Trump busque “ganancia política” con el uso de la religión y lamentaron las políticas migratorias y sanitarias de Trump que, señalaron, afectan negativamente a los menos favorecidos.
El evento “es la respuesta desesperada de Trump al darse cuenta de que está perdiendo su bloque de votación principal: los votantes de fe”, manifestó por su parte Doug Pagitt, director del grupo civil Vote Common Good.