En el Día del Padre se celebran los lazos familiares y el rol que desempeñan las figuras paternas en la vida. Pero, este mundo moderno es un momento oportuno para reflexionar sobre una evolución crucial en la paternidad. Atrás quedaron los días en que los padres se definían únicamente por la figura del proveedor distante. Hoy la conversación se centra cada vez más en la importancia de la presencia emocional y la crianza respetuosa.
“Nuestros niños no necesitan padres perfectos, necesitan padres que estén, que estén con ellos incondicionalmente. Y para eso no hace falta ser perfectos”, aseguró Lucía Galán Bertrand, pediatra, escritora, madre y conferenciante, más conocida como ‘Lucía Mi Pediatra’.
Ser un padre emocionalmente presente significa ir más allá de las expectativas tradicionales, abrazando la vulnerabilidad, fomentando la empatía y construyendo un vínculo basado en el respeto mutuo.
Es un compromiso con el crecimiento de los más pequeños, no solo en sus logros externos, sino en su desarrollo como individuos seguros, compasivos y resilientes. Esta transformación en la paternidad no solo enriquece la vida familiar, sino que sienta las bases para una sociedad más equitativa y conectada.
En términos generales, un padre emocionalmente inmaduro es uno que se niegan a validar los sentimientos e intuiciones de sus hijos, que pueden ser reactivos y que carecen de empatía o conciencia. Lindsay Gibson, autora del libro “Adult Children Of Emotionally Immature Parents”, aseguró que el principal rasgo de un padre así es el egocentrismo. “Imagina que una persona empieza y termina todas sus consideraciones con lo que es mejor para ella: eso es egocentrismo (…) Las personas emocionalmente inmaduras cierran la puerta porque saben que no manejan muy bien las cosas emocionales, y su mejor defensa es no entrar en ellas y señalarte con el dedo”, le dijo a The New York Times.
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Un trabajo diario
Unicef lanzó en 2024 la campaña “Papá todos los días”, con el objetivo de promover el rol permanente del padre en la crianza de sus hijos e hijas. Es un concepto que se extiende en diferentes organismos. Para ello enumeraron algunos consejos para una paternidad activa:
- Ser parte de la vida cotidiana de los hijos e hijas desde la gestación
- Asumir labores domésticas e incorporar a tu hijo o hija, de acuerdo a su etapa de desarrollo
- Manifiesta de manera muy clara tu amor con palabras y gestos de cariño
- Compartir momentos de juegos y entretención, y dedicar tiempo y acompañarlo/a en actividades que le gusten
- Ponerles atención cuando tenga algo que contarte o expresarte sin palabras
- Darles contención cuando sienta pena, miedo o rabia: abrázalo/a, escúchalo/a. No invalides sus emociones. Más bien acógelo/a y acompáñalo/a a sentirse tranquilo/a
- Poner límites de manera respetuosa
Sin embargo, también existen enemigos de la paternidad presente y emocional, como el machismo, el estrés, ser workaholic, estar hiperconectado al teléfono o televisión, la violencia intrafamiliar o creer que tu presencia como padre no es tan importante o que es reemplazable.