Las crecientes tensiones que abrazan a la familia que se reúne alrededor de la protección de la OTAN, tienen diversas causas y naturales discrepancias, no obstante ante los nerviosismos de las naciones en torno a la probable pérdida del manto protector de los Estados Unidos, el secretario General Jens Stoltenberg dijo que Washington está aumentando su presencia militar en Europa.
Hoy reunidos en Londres, los 29 aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se han sentado de nuevo frente a la hoguera de las discrepancias. Una de las surgidas es la incapacidad de algunos países, como España, de cancelar el 2% de su PIB como aporte para el pago de la membrecía.
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Asimismo entre las desavenencias tratadas, está la advertencia del presidente turco, Recept Tayyip Erdogan, de que se opondrá a los planes de la Alianza para la defensa de los países bálticos -Lituania, Letonia y Estonia- y Polonia, frente a una posible amenaza por parte de Rusia, si la OTAN no reconoce como terroristas a los enemigos (kurdos) de Turquía.
Desde el punto de vista conceptual y como una respuesta del área medular de la OTAN, Jens Stoltenberg respondió al comentario del presidente de Francia, Enmanuelle Macron, quien dijo en la víspera del encuentro que la NATO se encuentra en un estado de “muerte cerebral” a nivel estratégico.
En la jornada de hoy desde luego no solo ha habido discrepancias, porque de forma monolítica la Alianza ha reconocido como sus enemigos, en primera instancia a Rusia, en segundo lugar al Estados Islámico y acaba de inscribir en su lista de “países problemáticos” a China, de acuerdo a lo dicho hoy en el foro.
Bálticos cuentan con la OTAN
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo este martes en Londres que la organización tiene “medidas preparadas” y “efectivos” destinados a la defensa de los tres países bálticos y Polonia, en un evento en Londres paralelo al arranque de la cumbre de líderes.
Algunos datos de prensa se han desprendido tras un desayuno de trabajo que Stoltenberg sostuvo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Además el grueso de los comentarios fue parte de la participación del dirigente noruego en un seminario junto con otros líderes políticos y académicos, a fin de debatir algunas de las cuestiones que más preocupan sobre el futuro y el papel de la Alianza, que cumple 70 años.
La OTAN, un grupo de 29 aliados que en muchas oportunidades se miran con franco recelo, de acuerdo a su Secretario General ha dicho que la tensión entre Turquía y los otros aliados se debe al rechazo de algunos miembros de la Alianza a la ofensiva turca en el noreste de Siria y la compra por Ankara del sistema antimisiles ruso S-400.
Entre otros puntos espinosos Stoltenberg se refirió a la advertencia del presidente turco, Recept Tayyip Erdogan, de que se opondrá a los planes de la Alianza para la defensa de los países bálticos -Lituania, Letonia y Estonia- y Polonia, frente a una posible amenaza por parte de Rusia, si la OTAN no reconoce como terroristas a los enemigos (kurdos) de Turquía.
Stoltenberg aclaró asimismo que “no es correcto” decir, como algunos creen, que Estados Unidos “vaya a abandonar” la OTAN, sino que, al contrario, ese país “está incrementando su presencia en Europa”.
Muerte cerebral
En otro momento de su comparecencia, el político abordó los polémicos comentarios hechos por el presidente francés, Emmanuel Macron, sobre la organización, de la que dijo que se encuentra en un estado de “muerte cerebral” a nivel estratégico.
Recordó que la OTAN es una organización que demuestra cada día que es “ágil, activa y presenta resultados” y consideró que “no se debe cuestionar la unidad y la determinación política (de los aliados) de permanecer juntos y defendernos”.
Si bien opinó que es normal que una organización de 29 aliados afronte “divergencias”, esgrimió que la OTAN ha demostrado “una increíble fortaleza y resiliencia y capacidad para resolver diferencias”.
China es un problema
Stoltenberg habló también de otro punto de interés, la pujanza de China, un asunto que ha pasado a incluirse en la agenda de líderes por los “desafíos” que presenta ese país.
“China antes no era una problema para la OTAN, pero ahora hemos reconocido que tiene implicaciones de seguridad para todos los aliados”, admitió.
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Se refirió además a la cuestión del presupuesto de la Alianza y la expectativa de que los aliados aumenten sus aportaciones y cumplan con el compromiso de invertir el 2 % de su producto interior bruto en defensa para 2024.
Sobre esto, el noruego concluyó que la organización se compromete a “invertir más y gastar mejor”.