El mantenimiento de la paz constituye un difícil y muy vulnerable estado en las comunidades, así lo demuestra un informe del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, sobre los avances de la Misión de Verificación que registró el asesinato de 77 exguerrilleros de las FARC en Colombia durante 2019.
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El documento que será presentado ante el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York el 13 de enero de 2020, señala que “el número total de asesinatos desde la firma del Acuerdo Final de Paz (Noviembre 2016) llega ahora a 173, además de 14 desapariciones y 29 intentos de homicidio”.
Desde el 27 de septiembre al 26 de diciembre de 2019, período analizado por el informe se da cuenta de “20 homicidios de exmiembros de las FARC-EP, sumando 77 asesinatos en 2019, 65 en 2018 y 31 en 2017″.
Antonio Guterres, secretario general de la ONU, enfatiza en el informe la urgencia de adoptar “medidas más efectivas para proteger la vida de los y las excombatientes, teniendo en cuenta especialmente que el 2019 ha sido el año más violento para los exmiembros de las FARC-EP”.
El caso de Alexander Parra Uribe, alias “Rodolfo Fierro”, es catalogado “como particularmente preocupante” .
Parra Uribe quien fuera “un respetado líder”, fue asesinado el pasado 24 de octubre en el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Mesetas, en el departamento del Meta.
El documento, que realiza un balance de los resultados arrojados por el acuerdo de paz referidos a la reincorporación económica, social y política de los miembros de las FARC en el último trimestre del año, señala que “a pesar de las mejoras a nivel general en la seguridad posterior a la firma del acuerdo de paz, los numerosos casos que se siguen presentando en algunas regiones confirman el desafío aún pendiente de estabilizar territorios”.
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La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha podido verificar que la seguridad de los ex combatientes del grupo insurgente no son las únicas víctimas de la violencia, pues se han podido constatar “ 303 asesinatos de defensores de derechos humanos y líderes sociales, 86 de los cuales ocurrieron en 2019, incluidas 12 mujeres”.
“El secretario general de la ONU hace énfasis en que la seguridad de los líderes sociales y de los defensores de derechos humanos, así como de los excombatientes, está intrínsicamente vinculada a la seguridad de sus comunidades”, añade el texto.