México es uno de los países con mayor diversidad lingüística. En total se hablan 68 lenguas originarias, de las cuales se dividen en más de 350 variantes lingüísticas.
Se calcula que más de 7 millones de mexicanos hablan alguna lengua indígena, entre las que destacan: el náhuatl, maya, otomí, mixteco, zapoteco, totonaco, chol y mazateco. Pero también hay otras que se hablan menos y poco a poco están desapareciendo, como por ejemplo el Ku´ahl y kiliwa que pertenecen al 60% de lenguas cercanas a la desaparición.
Para este país cada cultura y lengua son tesoros que necesitan conservarse. Sin los pueblos indígenas, México dejaría de ser el maravilloso país que se conoce actualmente.
Cada destino, cada comida, cada artesanía, es una representación de una lengua indígena ancestral
Náhuatl es una de las más ancestrales y más conocida, ya que existe por lo menos desde el siglo V abarcando toda Mesoamérica.
Actualmente el náhuatl se habla en muchas ciudades y estados en México como Puebla, la tierra de los volcanes, aquí es muy común que en las calles se escuche este increíble dialecto, también a los alrededores de este destino o en sus pueblos está arraigada a la rica gastronomía y se a través de ella se puede aprender más de la tradición de esta lengua.
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Otro mágico destino es Oaxaca, donde el rico mezcal es preparado, aquí el náhuatl se puede encontrar sobre todo en las zonas artesanales y culturales como en las fábricas textiles y tiendas de artesanos, al igual que en su Centro Cultural Santo Domingo.
Ahora bien, cerca de 860.000 personas hablan en México la lengua maya, segunda en el país después del náhuatl. La lengua maya es una de las más antiguas, aunque no se sabe exactamente desde cuando existió, pero se calcula que en el periodo preclásico esta lengua indígena era ya muy conocida y hablada.
Actualmente muchas lenguas indígenas han quedado en el olvido. De acuerdo con la Unesco, al menos el 43% de las 6000 lenguas que se hablan en el mundo están en peligro de desaparición; de éstas, la mayoría son lenguas indígenas. Los lingüistas de la organización Living Tongues Institute for Endangered Languages afirman que cada dos semanas desaparece una lengua, un ritmo de extinción más rápido que el de las especies.