Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, nombró como ministro del Petróleo a su vicepresidente sectorial para el Área Económica, Tareck El Aissami, acusado de narcotráfico por Estados Unidos y por cuya captura ofrece 10 millones de dólares.
La decisión fue publicada en Gaceta Oficial de Venezuela con fecha 27 de abril y encomienda a El Aissami la reestructuración y reorganización del Ministerio del Petróleo para “adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad energética” del país y “proteger la industria ante la agresión multiforme externa e interna”.
En 2017 el gobierno de Estados Unidos impuso sanciones a El Aissami a quien acusó de “desempeñar un papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos” y fue incluido el pasado 26 de marzo en la lista de los 15 dirigentes venezolanos, incluido Maduro, a los que Washington acusa de narcotráfico, lavado de dinero y terrorismo.
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En la gaceta y junto al nombramiento de El Aissami, el dictador venezolano también nombra como presidente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y de su junta directiva a Asdrúbal Chávez, primo del fallecido ex presidente Hugo Chávez y que ya fue responsable de Citgo, filial de la compañía en Estados Unidos.
Ambos cargos fueron ocupados hasta ahora por el mayor general de la Guardia Nacional, Manuel Quevedo, quien durante su mandato de 28 meses observó cómo la producción de petróleo en el país, ubicada en la cima de las mayores reservas de petróleo del mundo, colapsó en un 65%.
En marzo pasado el Gobierno venezolano renovó la cúpula de la petrolera que había sido declarada en emergencia el 19 de febrero de este año. En esa fecha El Aissami quedó al frente de una comisión para reestructurar la industria.