El Gobierno de Estados Unidos presentó una acusación penal contra el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, a quien acusa de tráfico internacional de drogas. La información fue confirmada por el Departamento de Justicia en una comparecencia del fiscal general, William Barr, en la que anunció una recompensa de 15 millones de dólares por información que pueda llevar a la detención y al arresto de Maduro y otros miembros de su régimen.
Los otros venezolanos acusados son Diosdado Cabello, presidente de la “ilegítima” Asamblea Constituyente; Hugo Carvajal, exdirector de la inteligencia militar; el general retirado Cliver Alcalá Cordones, y Tareck El Aissami, actual ministro de Industria y Producción Nacional. El Gobierno ofrece una recompensa de 10 millones de dólares a cambio de información que conduzca a la detención de estas personas.
El fiscal general, William Barr, señaló que la frontera entre Colombia y Venezuela ha sido tomada por las disidencias de las FARC bajo amparo de Maduro y por ello acusó al régimen de tramar una conspiración en alianza con la narcoguerrilla para “inundar a Estados Unidos de drogas”. Barr añadió que se estima que entre 200 y 250 toneladas métricas de cocaína son enviadas fuera de Venezuela por las rutas de la alianza criminal.
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“Anunciamos cargos criminales contra Nicolás Maduro por llevar adelante, junto a sus principales lugartenientes, una sociedad narcoterroristas con las FARC por los últimos 20 años. El alcance y la magnitud de la droga traficada solo fue posible porque Maduro y las instituciones corruptas de Venezuela proveyeron protección política y militar para los crímenes de narcoterrorismo”, sostuvo Geoffrey Berman, fiscal federal del distrito sur de Nueva York, quien además, sostuvo que la cúpula del gobierno de Maduro presionó a otros gobiernos para que permitieran el despliegue de la trama criminal.
“Este es solo el comienzo de nuestro esfuerzo para sacar de raíz la corrupción en Venezuela”, sostuvo por su parte Ariana Fajardo, fiscal federal para el sur de Florida.
Por su parte el secretario de Estado, Mike Pompeo, a través de un comunicado refirió que “el pueblo venezolano se merece un Gobierno representativo, responsable y transparente al servicio de las necesidades de la gente, y que no traicione la confianza del pueblo condonando o empleando oficiales públicos que se implican en el tráfico ilegal de narcóticos”.
Las acusaciones suponen una nueva escalada de la presión de la Administración de Donald Trump para desalojar del poder a Maduro. Las imputaciones de actividades criminales de su gobierno han sido frecuentes en el Departamento de Estado.
En enero Pompeo dijo del Gobierno de Maduro que “lidera algo que se parece más a un cartel de drogas que a un Gobierno”. Mientras el fiscal Barr dijo en la comparecencia en la que se anunciaron los cargos de narcotráfico, que “es hora de llamar a este régimen por lo que es”.