No se conocen bien los efectos de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes. Sin embargo, eso no ha impedido que el Congreso, las asambleas legislativas estatales y el cirujano general de Estados Unidos sigan adelante con las prohibiciones por edad y las etiquetas de advertencia para YouTube, Instagram y TikTok.
El énfasis que se pone sobre los efectos nocivos de las redes sociales puede hacer que los responsables políticos pasen por alto los beneficios para la salud mental que proporcionan a los adolescentes, afirman investigadores, pediatras y las academias nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina.
En junio, el cirujano general Vivek Murthy, el médico de más alto rango del país, pidióbanners con advertencias en las plataformas de las redes sociales. El 30 de julio, el Senado aprobó la Ley bipartidista de Seguridad Infantil en Internet (Kids Online Safety Act) y laLey de Protección de la Privacidad Infantil y Adolescente en Internet(Children and Teens’ Online Privacy Protection Act). Y al menos 30 estados tienenlegislaciones pendientes relacionadas con los jóvenes y las redes sociales, desde prohibiciones por edad y requisitos de consentimiento de los padres hasta nuevos cursos de alfabetización digital y mediática para alumnos de primaria y secundaria.
La mayoría de las investigaciones sugieren que algunas características de las redes sociales pueden ser perjudiciales: los contenidos manipulados algorítmicamente pueden distorsionar la realidad y difundir información errónea; las incesantes notificaciones distraen la atención y perturban el sueño; y el anonimato que ofrecen los sitios puede ser terreno fértil para ciberacosadores.
Pero también pueden ser útiles para algunos jóvenes, afirmóLinda Charmaraman, investigadora y directora del Laboratorio de Investigación sobre Juventud, Medios de Comunicación y Bienestar del Wellesley Centers for Women.
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Según la investigación de Charmaraman, publicada en elHandbook of Adolescent Digital Media Use and Mental Health, las redes sociales pueden reducir el aislamiento de los niños de minorías y los jóvenes LGBTQ+, así como de otros que no se ven ampliamente representados en la sociedad. Las prohibiciones por edad, dijo, podrían afectar de manera desproporciona a estos grupos marginados, que también pasan más tiempo en las plataformas.
Durante una década, antes de que la pandemia de covid-19 desencadenara lo que la Academia Americana de Pediatría y otros grupos médicos declararon“una emergencia nacional de salud mental para niños y adolescentes”, había ido aumentando el número de jóvenes que tenía problemas con su salud mental.
Según lasencuestas de comportamientorealizadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) entre estudiantes de secundaria, cada vez más jóvenes manifestaban sentimientos de desesperanza y tristeza, así como pensamientos y comportamientos suicidas.
Se ha culpado al mayor uso de las redes sociales de “inmersión” —como el devenir de videos en YouTube, Instagram y TikTok— de contribuir a la crisis. Pero un comité de las academias nacionales descubrió que la relación entre las redes sociales y la salud mental de los jóvenes es compleja, con posibles beneficios y perjuicios.
Las pruebas del efecto de las redes sociales en el bienestar infantil siguen siendo limitadas, segúninformó el comité este año, al tiempo que pedía a los Institutos Nacionales de Salud y a otros grupos de investigación que dieran prioridad a la financiación para estos estudios.
La mayoría de las empresas de redes sociales exigen que los usuarios tengan al menos 13 años, y los sitios suelen incluir funciones de seguridad, como bloquear a los adultos para que no envíen mensajes a los menores y predeterminar la configuración de privacidad de las cuentas de los menores.
A pesar de las políticas existentes, el Departamento de Justicia afirma que algunas empresas de redes sociales no siguen sus propias normas. El 2 de agosto, demandó a la empresa matriz de TikTok por presunta violación de las leyes de privacidad infantil, alegando que la empresa permitía, a sabiendas, el acceso a la plataforma a niños menores de 13 años y recopilaba datos sobre su uso.
Por: Daniel Chang/ KFF Health News