Los hogares de ancianos de Pensilvania han sido intervenidos por órdenes de la administración de Tom Wolf, quien ha enviado a esas casa de cuidado a personal de la Guardia Nacional y a especialistas de salud de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para haya estrategias que ayuden a detener la mortalidad en los mayores.
Un mandato federal está ahora en efecto dirigiendo a todas las instalaciones de cuidado a reportar las muertes al gobierno federal.
La Agencia de Manejo de Emergencias de Pensilvania está trabajando mano a mano con la Guardia Nacional para proporcionar ayuda en los hogares de ancianos.
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Más de dos tercios de las muertes relacionadas con el coronavirus de Pensilvania han ocurrido en residentes de centros de cuidados a largo plazo. El número de muertes del estado relacionadas con los asilos ha aumentado a 3.086. Equipos de la Guardia Nacional de Pensilvania y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han sido desplegados en centros de cuidados a largo plazo para ayudar a controlar las infecciones.
El tema de las muertes en las instalaciones de cuidados a largo plazo para mayores ha estado sobre la mesa. La semana pasada el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, abrió una investigación criminal que recae sobre los centros de cuidados a largo plazo para ancianos, con el fin de determinar si hay circunstancias negligentes que hayan hecho que a la fecha de la declaración 2 mil 600 residentes de estos asilos hayan muerto por la COVID-19.
El 12 de mayo, los funcionarios de salud del estado prometieron implementar pruebas masivas en los asilos e instalaciones de cuidado personal. Ahora, están tomando un enfoque específico y lanzarán los detalles del plan a finales de esta semana.
“No necesariamente todos los centros serán examinados semanalmente”, anunció la Dra. Rachel Levine, secretaria de Salud de Pensilvania. “Será individualizado para cada centro dependiendo de cuántos casos de COVID-19 tengan”.
La Guardia Nacional ha sido desplegada en 10 hogares de ancianos, sustituyendo a los empleados y proporcionando suministros médicos.
“Vivimos aquí, entrenamos aquí, servimos aquí. Estamos orgullosos de cuidar de nuestros conciudadanos que están en necesidad”, dijo el Coronel Frank Montgomery, director de Apoyo Militar de la Guardia Nacional de Pensilvania.
El gobernador Tom Wolf dijo que la Agencia de Manejo de Emergencias de Pensilvania (PEMA) ha estado rastreando el virus desde enero. Sin embargo, el director de PEMA, Randy Padfield, dijo que es difícil saber si las condiciones en los asilos han mejorado en general.
“Vemos mejoras en ciertos asilos de ancianos. Hay un nivel diferente de intervención que se produce y que es coordinado por el Departamento de Salud”, explicó Padfield. “En otras circunstancias, el brote continúa creciendo y es entonces cuando solemos involucrar a la Guardia Nacional”.
Muchas familias temen que los centros de atención a largo plazo se hayan convertido en trampas mortales. Los hogares de ancianos se ven obligados a admitir a los pacientes de los hospitales que dieron positivo para COVID-19. En algunos estados, como Nueva York, los hospitales pueden enviar a los pacientes a las residencias de ancianos sólo si los resultados son negativos para el virus.
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Cuando se le preguntó si Pensilvania estaba considerando otras opciones, el Dr. Levine respondió: “Nada ha sido fácil, especialmente con los desafíos que enfrentan estas instalaciones de vida a largo plazo”. Vamos a explorar todas las oportunidades que podamos para mantenerlos seguros”.
El 19 de mayo, el Departamento de Salud comenzará a publicar datos específicos sobre las infecciones en los hogares de ancianos. Puede encontrar más información sobre COVID-19 para los asilos de ancianos aquí.
Con relación a la más grande metrópolis del estado, se sabe que ha sido una constante que el rango de muertes por la COVID-19 se mantenga en promedio por encima del 50% de los casos cuando se hace la sumatoria de los casos acumulados.