“Usar la fuerza si es necesario” para proteger a la patrulla fronteriza de cualquier hostilidad que surja de la caravana de migrantes es una orden que Trump giró a los militares.
La instrucción coloca en la frontera mexicana un clima de tensión extra que solo tiene un elemento de relajación en las declaraciones del Pentágono, que ha indicado que los soldados no llevarán armas de fuego.
Sin embargo la cadena CBS obtuvo una copia de la orden firmada por Kelly, que indica que los militares “podrán desempeñar las tareas de protección que el secretario de Defensa considere” oportunas, entre ellas, “el uso de la fuerza (incluida la letal si es necesario), el control de multitudes, la detención temporal y el registro” de personas.
Hogan Gidley, un portavoz de la Casa Blanca, dijo a los medios de comunicación que “la autorización del presidente asegura que el Departamento de Defensa puede actuar para proteger a aquellos que nos protegen”.
Te puede interesar: Caravana de migrantes en Tijuana mira la “tierra prometida”
La Casa Blanca recientemente autorizó la movilización de 9 mil efectivos militares para reforzar la seguridad fronteriza ante la crisis que implica la caravana de migrantes.
No obstante de acuerdo a fuentes en la zona, solo 5 mil 900 militares están desplegados en la frontera con México, que hasta ayer solo podían usar la fuerza contra los inmigrantes en defensa propia.
La autorización de Trump abre la puerta a que puedan emplearla “si fuera necesario” para “proteger” a agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Cuarenta y ocho horas antes el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, envió una carta al secretario de Defensa, James Mattis, en la que le comunicaba la autorización del presidente.
Mattis recalcó que hasta ahora la CBP no ha hecho “ninguna petición de uso de la fuerza letal” para proteger a sus agentes, y aclaró que los militares no llevarán “armas de fuego”.
“Ni siquiera están llevando pistolas, así que, relájense. No se preocupen por ello, ¿de acuerdo?”, dijo Mattis a los periodistas en una rueda de prensa.
Trump insistió en un tuit, sin aportar pruebas, en que entre los inmigrantes centroamericanos de las caravanas que se han dirigido en las últimas semanas a EE.UU. hay “criminales”.
Todo este ejercicio de fuerza es visto por mucho como los “efectos especiales” que el Estado està obligado a mostrar para disuadir a los migrantes.
La actuación de los militares está limitada por la ley y una instrucción del Ejecutivo no pasaría por encima de lo que permite la Justicia estadounidense.
Mattis argumentó que la orden de Trump no viola la ley de 1878 conocida como “Posse Comitatus”, que prohíbe usar a los soldados para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional.
“No hay ninguna violación de la ley, porque no vamos a arrestar a nadie”, subrayó.
El jefe del Pentágono insinuó que lo único que podrían hacer los militares sería “evitar que alguien (un inmigrante) golpee a alguien (de la CBP) y después entregárselo a otros” para su arresto, pero sin emplear armas de fuego.