El anfitrión de esta Copa América, Estados Unidos, experimenta un sismo tras su eliminación en la fase de grupos y, a dos años de organizar el Mundial de la FIFA, tiene en sus manos un proyecto deportivo en tierra de nadie y con el futuro del seleccionador Gregg Berhalter en el aire.
El entorno enfurecido de la selección de las barras y las estrellas exige grandes nombres para el banquillo que van hasta Jurgen Klopp hasta Pep Guardiola.
La derrota del pasado 1 de julio ante Uruguay en Arrowhead de Kansas City certificó el fracaso de la selección de Estados Unidos en un grupo que parecía accesible ya que, al margen de la selección uruguaya, competía con Panamá y Bolivia.
Pero la actuación del equipo de Berhalter acabó con solo tres puntos logrados en el debut contra Bolivia, antes de caer 1-2 contra Panamá y 0-1 contra Uruguay.
Como país acostumbrado a dominar en casi todos los deportes, Estados Unidos vivía con gran expectación esta Copa América, organizada en unos años de ilusión para el soccer, en los que la Major League Soccer (MLS) consiguió llevar al país a leyendas como Messi y Luis Suárez.
Más de 55.000 espectadores se dieron cita en Arrowhead para apoyar al Team USA, pero más allá de las protestas por unas decisiones desacertadas del colegiado contra Uruguay, el equipo de Berhalter no supo dar la cara.
A las primeras de cambio, la selección que en el país se consideraba como una generación dorada pagó la presión y con falta de juego, ideas y carácter, se despidió.
Sobre la selección cayó una lluvia de críticas transmitidas en la televisión estadounidense, incluso por parte de ex jugadores del Team USA como Clint Dempsey o Alexi Lalas.
Gregg Berhalter reconoció que la Copa América no concluyó con el resultado deseado, pero consideró que bajo su gestión el equipo ha progresado a nivel defensivo y en la circulación del balón, y contestó de forma definitiva cuando fue inquirido sobre si cree que es la persona adecuada para llevar a la selección estadounidense al Mundial 2026. “Sí”, contestó de forma tajante, pero en la cadena FOX, dueña de los derechos de la Copa América en Estados Unidos, Dempsey y Lalas manifestaron sus dudas y pidieron un cambio.
Los soñados Klopp y Guardiola
“Go big or go home”, se llegó a decir por la televisión estadounidense en la que se llegaron a pedir los nombres de Klopp o Guardiola para tomar las riendas del equipo.
Fueron el fruto de la frustración por ver a una selección que, pese a contar con muchos integrantes compitiendo en las grandes ligas europeas, está consiguiendo resultados menos brillantes que las generaciones anteriores.
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En el 2016, en la anterior Copa América organizada por Estados Unidos, la selección estadounidense alcanzó las semifinales; en el Mundial de Qatar 2022 se rindió en los octavos de final, mientras que en 2018 no se clasificó.
Los próximos dos años serán claves para Estados Unidos que en 2026 organizará el Mundial junto a Canadá y México y que está llamado a relanzar su proyecto deportivo, ya sea con Berhalter o con un nuevo técnico en el banquillo.