El impacto de la pandemia de COVID-19 ha dejado al 30 % de los habitantes de Florida sin empleo o con reducciones de trabajo y contratos según los resultados de una encuesta de la organización política Nueva Mayoría de Florida con una muestra de más de 25 mil personas, la mitad de ellas hispanas.
Los resultados del sondeo también demostraron que una de cada cinco personas consultadas está preocupada por su seguridad alimentaria.
“El coronavirus ha afectado nuestras vidas de muchas maneras, más allá de nuestra salud. Muchos han perdido sus trabajos, sus hogares e incluso su capacidad para comprar alimentos”, manifestó Serena Pérez miembro de organización.
Los entrevistados, en su mayoría residentes en los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach, el epicentro de los contagios en la entidad, dijeron que sus prioridades son salud, trabajo y seguridad financiera.
En torno a los resultados de la encuesta, una migrante latina dijo que está preocupada por su empleo en una tienda de ropa de Doral, ciudad aledaña a Miami, con una gran población de venezolanos. Comentó que junto a su esposo que tenía trabajo en un hotel y lo perdió debido al cierre de estos establecimientos, están “estirando” el monto correspondiente al estímulo que otorgó el Gobierno federal para comprar comida.
Ambos, venezolanos y en proceso de asilo político, no saben cómo van a pagar las cuotas de vehículo y el seguro porque ella apenas recibió un pago proporcional a los días laborados en la tienda.
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Ninguno ha recibido ayuda de desempleo aunque la tramitaron y enviaron por correo regular porque de forma electrónica no pudieron solicitarla al Departamento de Oportunidades de Empleo de Florida, que ha tenido problemas en el sistema y solo ha pagado el 48 % de las solicitudes.
Por otro lado, la encuesta detalló que 373 encuestados dijeron padecer la COVID-19 y 116 de ellos aseguraron que no lograron hacerse la prueba del coronavirus.
La organización política cuestionó la demora, por parte de las autoridades estatales, en decretar el confinamiento en Florida que se hizo a partir del 1 de abril cuando ya había transcurrido un mes de la confirmación del primer caso de COVID-19 en Florida.
El gobernador Ron DeSantis “no solo ignoró las llamadas para cerrar el estado desde el principio, sino que no logró solucionar la crisis de desempleo que dejó a millones de familias sin dinero para comprar alimentos o pagar el alquiler”, manifestó la representante de la organización política Nueva Mayoría de Florida.
El lunes 4 de mayo en Florida comenzó la Primera Fase de la reapertura del estado, salvo en tres condados del sureste donde está el foco principal de la pandemia.
Al respecto, el gobernador DeSantis dijo que el estado dio un pequeño paso hacia la normalización, pero aclaró que en esta primera fase de reapertura no están incluidos los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach.
Las nuevas cifras del Departamento de Salud de Florida muestran la razón de la exclusión de esos tres condados de los planes para salir gradualmente del confinamiento y demás medidas preventivas para evitar la propagación del virus.