Los casos nuevos de coronavirus en Florida contabilizaron este miércoles 3.220 contagios, mientras que los decesos se incrementaron en 153 contando sólo a los residentes, informó el Departamento de Salud del estado.
La cuenta acumulada de contagios en la segunda entidad con mayor número de infectados suma ya 608.772 y las muertes son 10.872.
En total se reportaron los resultados de 65.295 pruebas con una tasa de positividad de COVID-19 del 5,75%, lo que significa que las cifras se han mantenido por debajo del 10% durante 14 días consecutivos.
En los últimos siete días, el promedio de positivos ha sido del 6 %, algo que no se veía desde mediados de junio, cuando comenzó el repunte que alcanzó su punto más alto en julio.
El mes pasado se llegó a una tasa de 18 % de positivos y hubo días con 15.300 casos y 276 muertes. En Miami-Dade, el epicentro de la enfermedad, la tasa de nuevos casos positivos cayó a 7,7%, la segunda más baja en meses, mientras que la de Broward subio levemente a 7.8%.
Miami-Dade, el epicentro de la enfermedad, acumula 154.135 con los 750 contabilizados en las últimas 24 horas y las muertes subieron a 2.317, con 40 más. Broward, el segundo condado más afectado en Florida, acumula 69.883 casos y 1.160 decesos por la COVID-19.
En Miami-Dade hay 810 personas hospitalizadas por el SARS-CoV-2 y en Broward 559.
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Las señales parecen positivas, pero los expertos instan a no bajar la guardia con las medidas de prevención de contagios, pues cada día hay nuevos casos y muertes todavía.
Por ahora las clases en las escuelas públicas de ambos condados van ser solo virtuales, pero los superintendentes de educación de Miami-Dade y de Broward, Alberto Carvalho y Robert Runcie, informaron hoy que se podría adelantar el inicio de las clases presenciales que está previsto en principio para fines de septiembre.
En distintas universidades de Florida que ya han iniciado clases presenciales se han producido brotes e incluso ha habido detenciones de estudiantes por haber organizado fiestas clandestinas como en el caso de la Florida State University, donde once estudiantes fueron detenidos por la policía por uno de esos eventos.