En Florida los inmigrantes comenzarán el 2021 con retos judiciales. El 2021 promete ser un año de batallas judiciales que tendrán como protagonista a la población migrante que constituye un 20 % de los habitantes de este estado.
Uno de los propósitos principales de estas querellas será enfrentar una ley impulsada por el gobernador Ron DeSantis contra las denominadas “ciudades santuario”.
Activistas de diversas ONG dedicadas a la defensa de los inmigrantes residentes en Florida, rechazaron la ley que eliminó a este estado como “ciudad santuario”. También refutaron la detención de inmigrantes en centros que incumplirían con los protocolos sanitarios contra la pandemia de COVID-19.
Está previsto que el lunes 4 de enero de iniciara en una corte de Miami el juicio contra DeSantis por haber suscrito la ley SB 168 que obliga a las policías y agencias locales a cooperar con las autoridades migratorias para deportar a los inmigrantes ilegales y que sanciona a las ciudades que adopten políticas “santuario”.
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La jueza Beth Bloom, del Distrito Sur de Florida que presidirá el juicio, concedió a los demandantes una victoria inicial al dictaminar que es “inconstitucional” que autoridades locales del estado transporten entre las entidades a inmigrantes indocumentados.
En abril de 2021 está previsto que en otra corte de Florida se examine una demanda colectiva a favor de inmigrantes que denunciaron el incumplimiento de los protocolos sanitarios contra el coronavirus en los centros de detención de inmigrantes de Krome, Broward y Glades en el sur del estado.
La madre de un inmigrante recluido en el centro de detención en Krome, comentó a las agencias internacionales que pudo observar a través de video llamadas con su familiar, que todos los detenidos estaban juntos, sin guardar distanciamiento social y sin usar mascarillas.
La mujer lamentó que aunque su hijo no tiene antecedentes criminales, no le dieron la opción de esperar la decisión sobre el asilo fuera del centro de detención. Dijo que su hijo de 27 años llegó a Estados Unidos a mediados de 2019 con la idea de solicitar asilo político. Él y otro otros migrantes cubanos fueron trasladados la penúltima semana de 2020 desde Georgia a Florida para luego ser deportados a la isla.
