Desde el 12 de mayo hasta finales de julio el Gobierno de Estados Unidos envió a México 4.000 migrantes cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, informó el subsecretario de política fronteriza e inmigración del Departamento de Seguridad Interior, Blas Núñez-Neto.
El 12 de mayo la Administración de Joe Biden levantó la norma sanitaria conocida como Título 42 que permitía deportar de forma inmediata a casi todos los migrantes que llegaban sin la documentación necesaria para ingresar al país.
Para contrarrestar dicha suspensión el Gobierno introdujo durante varios meses una serie de “vías legales” como “alternativa a la migración irregular”. Estas normas, que en la práctica restringen el acceso al asilo, obligan a los migrantes a pedir una cita a través de una aplicación de teléfono móvil (CBP One) o a tramitar el asilo en los países por los que pasan, por ejemplo acogiéndose a un permiso de reunificación familiar para ciudadanos de Guatemala, El Salvador, Honduras y Colombia.
También incluyen un programa que autoriza la entrada de 30.000 personas por mes de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití por motivos humanitarios si tienen a un patrocinador en Estados Unidos.
Aquellos que intentan entrar en el país esquivando estas “vías legales” pueden ser expulsados mediante repatriaciones aceleradas.
“Desde el 12 de mayo hemos repatriado a más de 85.000 personas a 115 países, incluyendo 4.000 ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que fueron repatriados a México”, declaró Núñez-Neto en rueda de prensa.
“Es la primera vez en la historia bilateral de nuestros dos países que el gobierno de México ha permitido la repatriación de ciudadanos de terceros países en nuestra frontera”, agregó.
La colaboración entre los gobiernos de Estados Unidos y México “es más fuerte hoy que nunca”, aseguró el subsecretario que desde hace 20 años está a cargo de temas migratorios.
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Las personas repatriadas tienen prohibido volver a Estados Unidos por un periodo de cinco años y si lo hacen se exponen a ser juzgadas. “Estas medidas están funcionando”, aseguró Núñez-Neto, insistiendo en que se ha registrado una disminución en el número de cruces irregulares por la frontera sur del país.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, las autoridades estadounidenses detectaron en junio pasado a 99.545 migrantes en la frontera con México, un 30% menos que en mayo.
La política migratoria de Biden corre peligro desde que el pasado 25 de julio cuando un juez federal la bloqueó por considerarla “contraria a derecho”, a raíz de una demanda de organizaciones de defensa de los derechos civiles.