Los fabricantes de automóviles Tesla, Volvo, Mercedes y Ford demandaron al Gobierno de Estados Unidos para pedir que cesen los aranceles sobre algunas piezas importadas de China. Las ensambladoras se han visto seriamente perjudicadas.
Las demandas fueron presentadas en días recientes ante el Tribunal Internacional de Comercio de Nueva York. Conciernen a aranceles sobre una lista de productos en el marco de la guerra comercial entre Washington y Pekín. Tesla en su alegato consideró que son “ilegales”.
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Las ensambladoras automotrices piden que los aranceles sean revocados. Además que los derechos de aduana pagados por importaciones sean devueltos, con intereses, según un nota de AFP.
En un documento de 17 páginas, al que la AFP tuvo acceso este miércoles, Tesla cuestiona las medidas impuestas por el representante estadounidense de Comercio, Robert Lighthizer.
Ensambladoras: Impuestos caprichosos
La compañía considera que los aranceles adicionales de 25% impuestos por el gobierno de Donald Trump sobre numerosas piezas importadas por Tesla, como las pantallas utilizadas en sus autos, son “arbitrarios, caprichosos y un abuso de poder”.
El grupo pide “la anulación” y reclama ser “compensado con intereses” por haber pagado los aranceles.
En su alegato, Mercedes acusó a Washington de “llevar adelante una guerra comercial sin precedentes. La ensambladora reseña que impacta a 500.000 millones de dólares en importaciones” de China.
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Los aranceles punitivos impuestos por Washington sobre productos provenientes de China son abonados por los importadores en Estados Unidos. Reducen las importaciones desde el país asiático. De allí el colosal déficit comercial que la mayor potencia mundial tiene con China.