Emma Thompson y su discurso de autoaceptación pronunciando en la Berlinale, el Festival de cine de Berlín, se convirtió inmediatamente en noticia. En un momento en el que se celebra la salud mental desde todos sus ángulos, las fuertes y conscientes palabras de la actriz han dejado una profunda reflexión sobre la relación de las personas y sus cuerpos, especialmente en las mujeres.
«A las mujeres nos han lavado el cerebro para que odiemos nuestros cuerpos. Es un hecho», dijo sin rodeos. Terminó con una invitación a la reflexión y a llevar a cabo un interesante ejercicio de autoaceptación. «Sólo acércate a un espejo sin moverte, quítate la ropa y no te muevas. Acéptate, acéptate y no te juzgues. Es lo más difícil que he tenido que hacer nunca. He hecho algo que nunca he hecho como actriz», aseguró en referencia a una de las escenas de su nueva película, Good Luck to You, Leo Grande, en las que precisamente se sitúa desnuda frente al espejo en una búsqueda de conexiones emocionales y físicas del personaje que interpreta.
Thompson interpreta a Nancy, una mujer de 62 años que quedó viuda y que busca establecer conexiones personales y también físicas y sexuales. Durante su charla con los periodistas en la presentación, habló de lo que suponía exponer en la pantalla el cuerpo de una mujer de esa edad y además si este estaba «sin tratar», en referencia a que no se había sometido a ningún tratamiento estético.
No es la primera vez que la actriz británica ganadora de dos premios de la Academia, habla en contra de las exigencias físicas que se les imponen a las mujeres. El pasado mes de enero tocó el tema en unas palabras que también tuvieron una amplia repercusión. Asimismo, a propósito del estreno de esta película y en una charla con The Wrap, habló sobre la cirugía estética.
«Es algo realmente extraño de hacer», explicaba. «Honestamente, creo que cortarte a ti mismo para ponerlo en otro lugar y evitar que parezca que estás haciendo lo que realmente estás haciendo, que es envejecer, no es natural».
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«¿Por qué te harías eso a ti mismo? Simplemente no lo entiendo», se planteó para señalar que «envejecer es algo natural» y que ese tipo de retoques constituyen «una forma de psicosis colectiva».
Dijo también que le resultaba «un gran triunfo» tener «un cuerpo sin retoques», aunque no fue fácil enfrentarse a un rodaje en el que tenía escenas desnuda. «No creo que pudiera haberlo hecho antes de la edad que tengo», aseguró. «Siempre he sido una especie de militante feminista cuando se trata de los cuerpos de las mujeres, de lo que se les ha hecho y lo que se nos dice que debemos esperar de nosotras mismas».
Hace casi cinco años, Emma alzó la voz sobre la presión que en Hollywood suponía la delgadez, explicando que había muchas estrellas que «simplemente no comen» y que ella vivió esa presión en un rodaje a través de una compañera.