El keniano Eliud Kipchoge, de 37 años, quien lleva una vida humilde y entrena entre vacas y gallinas lo hizo de nuevo.
Tras ganar el maratón de Berlín y batir el récord del mundo en esta competencia de 42 kilómetros y 195 metros, paró los relojes en 2h 1m 9s. En la actualidad Kipchoge es la gran leyenda del atletismo mundial.
“No creo en los límites”, dijo el maratonista. Lo único que le queda por hacer al campeón es la lucha definitiva contra el tiempo, es decir, contra sí mismo. “Mi único objetivo es dejar el mensaje de que ningún ser humano tiene límites. Y la única forma de hacerlo es corriendo el maratón por debajo de las dos horas”, comentó.
Los 45.000 corredores de 157 países que compitieron en la 48ª edición de la capital alemana, vieron como “el extraterrestre” apretó el acelerador y los dejó perdidos en el horizonte.
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El pequeño atleta era el firme favorito a ganar por cuarta vez (lo hizo en 2014, 2017 y 2018). El asombroso africano que ha disputado 19 maratones con 17 victorias y vive en modo espartano y ermitaño, se acuesta a las 9:00 de la noche, se levanta a las 5:00 de la madrugada y bebe tres litros de agua diarios.
Este hijo de granjeros comenzó a hacerse atleta porque desde niño corría bastantes kilómetros para ir al colegio. Desde entonces el asfalto es su mejor compañero.
En una ocasión, su entrenador Patrick Sang, explicó que conocía a muchos atletas con más talento que Kipchoge. Sin embargo, en él destaca su fuerza mental.
Tras ver sus entrenamientos en Kenia, sus patrocinadores de la multinacional Nike le preguntaron por qué usaba unas mallas para entrenar y competía con pantalón corto. “Porque es lo que me envían”, respondió.
Algunos especialistas consideran que la gran incógnita es saber hasta qué edad podrá correr el atleta africano que deslumbra al mundo. Por ahora, muchos especulan que Kipchoge no es humano.
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“Aún soy joven y tengo más retos por delante. Mis piernas y mi cuerpo todavía se sienten jóvenes, pero lo más importante es mi mente y esa también se siente fresca y joven. Después del kilómetro 38 sabía que iba a ser capaz de romper el récord mundial”, señaló el plusmarquista.
En el portal web Mundo Deportivo, su fisioterapeuta Marc Roig contó la historia del corredor africano que vive apartado de los lujos y de la fama. Desayuna, come y cena siempre lo mismo los 365 días del año. Su dieta se basa en arroz con alubias para el almuerzo y ugali (una especie de arepa de maíz) con carne o vegetales por la noche.
Eliud Kipchoge rebajó en Berlín su propio récord mundial de maratón en medio minuto. El keniano personifica mejor que nadie su propio lema: “Ningún ser humano tiene límites”. Como si no le bastara ser doble campeón olímpico, ahora tiene entre ceja y ceja romper la barrera de las dos horas en un maratón. Tal vez lo logre porque ya volvió a los entrenamientos.