Por primera vez desde que empezó la pandemia, un país de América Latina va a las urnas para decidir su destino político. Fueron suspendidas primero en mayo y en febrero fueron canceladas las elecciones municipales, lo que provocó grandes protestas en el país. Hoy finalmente deciden su nuevo Congreso y presidente.
Seis partidos políticos se disputan las boletas en unas votaciones que muchos analistas califican de extraordinarias y no solo por el contexto del coronavirus.
El partido que está en el poder ha mandado por 16 de los últimos 20 años y controla la mayoría de las instituciones en el país. Pero el ambiente se ha oscurecido.
Un dirigente local del partido opositor PRM murió y al menos otras dos personas resultaron heridas durante una balacera en las afueras de un centro de votación en la capital. El fallecido fue identificado como Julio Pérez, dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM, principal de la oposición) en el sector capitalino Simón Bolívar.
En un comunicado, las autoridades policiales señalaron que personas entrevistadas en el lugar afirman que los disparos que produjeron la muerte de Pérez los ocasionó un individuo solo conocido como Andy, el cual se dio a la fuga.
Pérez recibió un disparo en la boca, «lo que indica que fue a quemarropa», dijo Andrés Matos, un portavoz del PRM, cuyo candidato presidencial, el economista Luis Abinader, parte como favorito en las encuestas.
Una segunda vuelta tendría lugar el 26 de julio próximo, y el nuevo presidente asumirá el cargo el 16 de agosto por un periodo de cuatro años.