Pronto a los consumidores podría no preocuparles que las deudas médicas afecten sus puntajes de crédito, bajo las regulaciones federales propuestas recientemente por la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB).
Si se promulgan, estas reglas ampliarían drásticamente las protecciones para decenas de millones de estadounidenses agobiados por facturas médicas que no pueden pagar.
Las regulaciones también cumplirían con una promesa de la administración Biden de abordar el flagelo de la deuda de atención médica, un problema que se presenta solo en Estados Unidos y que afecta a unas 100 millones de personas, obligando a muchos a hacer sacrificios como reducir la compra de alimentos, ropa y otros artículos esenciales.
“A nadie debería negársele el acceso a oportunidades económicas simplemente porque experimentó una emergencia médica”, dijo el martes 11 de junio la vicepresidenta Kamala Harris.
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La administración también pidió a los estados que los hospitales aumenten los esfuerzos para restringir la cobros de deudas y que estos centros de salud proporcionen más atención caritativa a los pacientes de bajos ingresos, un paso que podría evitar que más personas terminen con deudas médicas.
Harris también instó a los gobiernos estatales y locales a continuar comprando y eliminando la deuda médica, una estrategia que se ha vuelto cada vez más popular en todo el país.
Reportar a las agencias de crédito, una amenaza tradicionalmente utilizada por los proveedores médicos y los cobradores de deudas para inducir a los pacientes a pagar sus facturas, es la táctica más común utilizada por los hospitales para cobrar sus deudas, según un análisis de KFF Health News.
Por: Noam N. Levey/ KFF Health News