El gobernador de Florida, Ron DeSantis, renunció al esquema de restricciones parciales para enfrentar a la pandemia de coronavirus y decretó este miércoles la cuarentena obligatoria para todos los habitantes en este este territorio de Estados Unidos.
La orden estatal de quedarse en casa entrará en vigencia a la medianoche del jueves 2 de abril y tendrá una duración de 30 días. El mandato ejecutivo ordena a la población, salvo los trabajadores “esenciales”, quedarse en casa para combatir la propagación de la COVID-19.
DeSantis tomó la decisión luego una conversación con el presidente Donald Trump, y de reportarse un aumento considerable de contagios del nuevo coronavirus.
El gobernador decidió extender la medida a todo el estado, un día después de que el presidente Trump extendiera por otros 30 días las recomendaciones a nivel nacional de mantener el distanciamiento social para frenar la pandemia global de coronavirus.
Hasta la fecha sólo cuatro condados en Florida, -Broward, Miami-Dade, Palm Beach y Monroe-, habían recibido la orden de establecer una cuarentena obligatoria, lo que significa que sus habitantes no pueden abandonar sus casos salvo para conseguir alimentos o medicinas.
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“Aunque hay lugares en Florida con bajas tasas de infección, tiene sentido tomar esta medida ahora”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa. “La pandemia no respeta fronteras globales y ciertamente no lo hará con límites estatales. No podemos esperar, no podemos dejar la decisión a un condado o gobierno municipal”, explicó.
El mandatario republicano se había resistido durante varias semanas a implementar una cuarentena a nivel estatal, y en los últimos días ha recibido fuertes presiones de legisladores demócratas para hacerlo.
Hasta la fecha, 33 de los 50 estados de Estados Unidos han establecido cuarentenas obligatorias en todo sus territorios, incluyendo Nueva York, California e Illinois. Con la medida adoptada por Florida, Texas es el último estado de gran población en resistirse.
De acuerdo al conteo realizado por la universidad Johns Hopkins, Estados Unidos ha registrado al momento más de 200 mil casos positivos de coronavirus, más que cualquier otro país el mundo, con más de 4.500 muertes, una cifra sólo superada por Italia y España.
Así, el país se ha convertido en el nuevo epicentro de la pandemia a nivel global, con altas tasas de crecimiento entre los contagiados que han puesto a prueba el sistema sanitario.