La conclusión nació de un estudio retrospectivo de 15.550 pacientes ingresados en centros de traumatología de Pensilvania. El lapso de investigación ocurrió entre el 21 de marzo y el 31 de julio de 2020. Investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania tienen los datos. Existen evidencias de que si tienes COVID hay seis veces más probabilidades de morir en quirófano.
Este material de investigación comenzó a armarse al principio de la pandemia. En 2020 la doctora Elinore Kaufman de UPenn tenía preocupaciones. Compartía datos con colegas de todo el mundo que involucraban pacientes sometidos a cirugías electivas. Labores en quirófano y otros procedimientos médicos colocan más complicaciones y desafíos si también se tiene COVID-19.
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Sobre este descubrimiento escribió Sojourner Ahébée periodista de WYHH. Kaufman es profesora de la División de Traumatología, Cuidados Críticos Quirúrgicos y Cirugía de Urgencia de la Universidad de Pensilvania. Y dice que ella y su equipo de cirujanos de trauma querían saber si esto también era cierto para sus pacientes lesionados.
COVID y morir en quirófano
La investigación halló datos muy interesantes sobre la mortalidad entre los pacientes traumatizados. El virus también incrementó el riesgo de complicaciones como la insuficiencia renal. Además hay mayor riesgo de parar y en la unidad de cuidados intensivos entre las personas con lesiones por accidentes de tráfico. Incluye a lesionados por caídas u otros accidentes. También a los que fueron víctimas de lesiones violentas como heridas de bala y de arma blanca. Morir en el quirófano si padeces COVID es una posibilidad.
“Muchos de nuestros pacientes corren el riesgo de padecer cosas como neumonía y dificultad para respirar. Pueden desarrollar otro tipo de infecciones y problemas relacionados con los coágulos sanguíneos”, dijo Kaufman. Ella es la autora principal del estudio.
“Ahí es donde entra en juego la COVID-19. La presencia de esa infección hizo que los cuerpos de las personas fueran más vulnerables. Susceptibles a todos esos problemas secundarios que la gente puede contraer cuando se lesiona”.
Datos del informe
Según Kaufman, la COVID-19 tuvo un mayor impacto en los pacientes cuyas lesiones eran relativamente leves. El tipo de trauma que, de otro modo, habrían evolucionado favorablemente. Pero lo más significativo es que el estudio demostró que los pacientes con lesiones traumáticas y con COVID-19 eran con mayor frecuencia personas de color, de edad avanzada y sin seguro médico. Ellos tienen 6 veces más posibilidades de morir en quirófano.
Durante la pandemia hubo, en algunos casos, menos choques y accidentes de tráfico. Las ciudades estaban menos transitadas. Sin embargo los investigadores de Penn afirman que el COVID-19 creó profundas disparidades. Involucra a quiénes se presentaban en los centros de traumatología.
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Las comunidades de color y las personas mayores ya experimentaban un mayor riesgo de contraer el virus. Kaufman dijo que esos grupos eran más propensos a estar subasegurados. Asimismo más propensos a no poder distanciarse física y socialmente. Al igual eran vulnerables a tener condiciones de salud subyacentes.
“Esto es realmente trágico, pero yo diría que [es un] solapamiento estructuralmente determinado”, dijo Kaufman. “Los pacientes que tenían mayor riesgo de contraer COVID-19 son también algunos de los pacientes que tienen mayor riesgo de sufrir lesiones. Además poseen mayor riesgo de no tener los recursos para prevenir o hacer frente a ambas condiciones de salud”.