El sur de África se enfrenta al aumento de casos de COVID-19 por tercera semana consecutiva cuando la región está a punto de entrar en el invierno. Tan solo en la primera semana de mayo, la subregión registró 46.271 de casos, un 32% más que la semana anterior.
¿Por qué está pasando esto? En gran medida, los números se deben a un pico en Sudáfrica, donde los casos registrados semanalmente se han cuadruplicado en las últimas tres semanas. Aun así, las muertes no han aumentado tan rápidamente, las hospitalizaciones también están bajas.
En las provincias de Gauteng y KwaZulu-Natal, donde se detectó por primera vez la última ola, las hospitalizaciones y las muertes hospitalarias aumentaron entre un 90% y un 100% en las dos últimas semanas con respecto a las dos anteriores.
La principal causa de la ola actual es la variante ómicron y la relajación de las medidas sanitarias y sociales. Desde principios de abril, solo en Sudáfrica se registraron 1369 casos de la subvariante ómicron BA.2, 703 casos de la subvariante BA.4 y 222 casos de la BA.5; siendo las subvariantes BA.4 y BA.5 las más preocupantes ya que contienen el mayor número de mutaciones y aún se desconoce cómo afectan a la inmunidad.
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¿Es importante seguir los casos en África?
«El actual repunte de casos es una señal de alerta temprana que estamos vigilando de cerca. Es ahora cuando los países se tienen que preparar y asegurarse de que pueden dar una respuesta eficaz en caso de que se produzca una nueva oleada», afirmó Abdou Salam Gueye, director de Preparación y Respuesta ante Emergencias de la Oficina Regional para África de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Con la experiencia adquirida en los dos últimos años, debemos hacer todo lo necesario para frenar los efectos adversos de una nueva ola pandémica, intensificando la vacunación y las medidas para detectar y prevenir la propagación del virus, así como para tratar a los pacientes», dijo el doctor Gueye. «Para vencer esta pandemia, debemos mantenernos alerta. La dura realidad es que la complacencia tiene un alto precio».
Esta semana Estados Unidos llegó a ser el primer país en registrar más de un millón de muertos por la pandemia y en el continente europeo se registran 2 millones de fallecidos.
Como se recordará, ómicron se detectó por primera vez en Sudáfrica, la OMS aseguró que se encontró en una muestra en noviembre de 2021.