Britney Spears dio un paso adelante en su camino para liberarse de lo que ella califica como una situación de «esclavitud»-
La Corte Superior de Los Ángeles permitió que la cantante estadounidense pueda elegir a su propio abogado, un cambio sustancial en la tutela legal que controla su vida desde hace más de 13 años y a la que la cantante quiere poner fin.
La resolución se produjo este miércoles 14 de julio, día en que la estrella del pop se dirigió a un tribunal por segunda vez en menos de un mes.
A partir de ahora, Spears estará representada por Mathew Rosengart, un abogado que ha llevado casos de celebridades como Sean Penn o Steven Spielberg y que tendrá como primer objetivo sacar a Jamie Spears, padre de la artista, de la tutela.
El hecho de que la artista pueda contratar a su propio representante pone en duda la validez de la propia tutela legal, un mecanismo reservado para personas gravemente incapacitadas y que se supone que no pueden hacerse cargo de sí mismas.
Este miércoles, en una nueva audiencia, Spears repitió su petición en una emotiva declaración. «Estoy aquí para presentar cargos. Estoy enfadada y recurriré a eso», dijo la cantante, dirigiéndose al tribunal a distancia a través del teléfono de un abogado. «Ustedes están permitiéndole a mi padre arruinarme la vida. Tengo que deshacerme de él y acusarlo de abuso».
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En un momento de la audiencia, Spears dijo sobre los implicados en la tutela que «pensé que estaban tratando de matarme». «Si esto no es abuso, no sé qué es», añadió la cantante.
El nuevo abogado de Spears pidió al padre que renunciara voluntariamente a la tutela, y argumentó que era «en el mejor interés» de su clienta. «Jamie Spears debería ser destituido como conservador porque es en el mejor interés de la pupila», dijo Mathew Rosengart. «Nos moveremos rápida y agresivamente para su remoción. La pregunta sigue siendo: ¿por qué está involucrado? Debería dimitir voluntariamente porque eso es lo que más conviene a la pupila», añadió.
Rosengart sustituirá a Samuel Ingham, el abogado designado por el tribunal que representó a Spears desde 2008 hasta que la semana pasada se retiró del caso.
Según una exclusiva del diario The New York Times, este abogado habría ganado más de US$3 millones desde 2008 y fuentes cercanas al caso han denunciado que Ingham ha sido más fiel a los intereses del padre que de la propia cantante.
Spears, de 39 años, lleva bajo el control de su padre desde 2008, cuando preocupaciones por su salud mental llevaron a su progenitor a pedirle al tribunal la tutela legal sobre la vida de su hija.
El mes pasado, una jueza rechazó la petición de la estrella del pop de retirar a su padre de la tutela.
La jueza Brenda Penny dijo entonces que no podía adoptar una resolución hasta que la cantante no presentara una petición formal de poner fin al acuerdo.
Este testimonio se había hecho dos años antes, sin embargo, es la primera vez que el mundo escuchaba a Spears hablando del abuso de su padre y de las consecuencias de la tutela.
Cientos de fanáticos han apoyado a la cantante a través del movimiento #FreeBritney, que inició con un podcast.