Ante la progresiva muerte de manatíes por la falta de pastos marinos, las autoridades federales y del estado de Florida tomaron una decisión sin precedentes: alimentar a estos cautivantes mamíferos con una especie de papilla.
En realidad se trata de lechugas, coles y otros vegetales con los cuales se pretende suplementar la escasa alimentación. La medida extrema fue adoptada por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (FWS) y la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida (FWC) ante el récord de muertes de manatíes de este año, que hasta la fecha supera el millar.
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“Este acontecimiento sin precedentes requiere medidas sin precedentes”, informó Thomas Eason, el director ejecutivo adjunto de la FWC. “Se trata de un importante paso”, añadió Patrick Rose, biólogo acuático y director ejecutivo del grupo ambientalista Save the Manatee Club, promotor de la idea de alimentación suplementaria.
Los promotores del plan recuerdan que está prohibido darles de comer a estas vaquitas marinas, una práctica que puede ser nociva para ellos al hacerles perder el miedo a las personas y los barcos, cuyos impactos constituyen otra causa de su mortandad.
El plan ayudará a prevenir el hambre debido a la demoledora pérdida de pastos marinos como resultado de repetidas floraciones de algas nocivas por el exceso de contaminación por desechos humanos.
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Por ahora el programa se ejecuta de manera experimental para atender a los manatíes desnutridos que vagan por las costas en busca de comida.