Venezuela y otros nueve países perdieron su derecho a voto en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o quedaron bajo amenaza de perderlo, debido a las deudas acumuladas en sus contribuciones obligatorias al presupuesto según anunció un portavoz del organismo.
“Diez miembros acumularon moras y caen bajo las previsiones del artículo 19” de la Carta de las Naciones Unidas, indicó Stéphane Dujarric en conferencia de prensa diaria.
El artículo 19 establece una suspensión del voto en la Asamblea General a los países cuya mora sea “igual o superior al total de las cuotas adeudadas por los dos años anteriores completos”.
Dujarric precisó que los diez países afectados son la República Centroafricana, Comoras, Gambia, Líbano, Lesotho, Santo Tomé y Príncipe, Somalia, Tonga, Venezuela y Yemen.
Pero en octubre de 2019, la Asamblea General decidió que Comoras, Somalia y Santo Tomé y Príncipe podían mantener su derecho a voto en la Asamblea General hasta el fin del periodo de sesiones actual en septiembre.
El artículo también prevé que la Asamblea General puede autorizar a los Estados a mantener su derecho al voto “si llegare a la conclusión de que la mora se debe a circunstancias ajenas” a su voluntad.
Te puede interesar:Venezuela el país más violento de Latinoamérica aunque en 2019 bajaron homicidios
El presupuesto de funcionamiento de la ONU alcanza a unos tres mil millones de dólares. El de las operaciones de paz llega a unos seis mil millones.
Por su parte, el consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó el viernes 10 de enero una resolución en la que condenó el “uso de la fuerza” por parte del régimen de Nicolás Maduro en su maniobra para apoderarse de la Asamblea Legislativa de Venezuela y mantuvo el reconocimiento a Juan Guaidó como presidente reelecto del Parlamento.
La nueva condena al régimen chavista se obtuvo con 20 votos a favor, cinco en contra y ocho abstenciones. Los cambios de gobierno en los últimos meses en países de América Latina determinaron también un cambio de los alineamientos tradicionales en las votaciones sobre Venezuela.
Bolivia, presidida ahora por la mandataria interina Jeanine Áñez, votó por primera vez junto a los países que condenaron al régimen chavista. De ese grupo se apartó Argentina, que ahora bajo el gobierno de Alberto Fernández se abstuvo en la votación al igual que México.