La pandemia ha cambiado el paisaje de la normalidad. Con muchas ciudades y condados en la fase verde del plan de reapertura se está empezando a experimentar acentuadas preocupaciones por la higiene y ese sentimiento ha hecho blanco en los baños públicos.
Los usuarios han imaginado a un portador del coronavirus asintomático que hable o tosa en las proximidades de un secador de manos de aire que son tan comunes en los establecimientos donde existe facilidades con servicio de baño.
Puedes leer: Desde Filadelfia se gesta un “boicot afro” contra las empresas racistas
Allí ha nacido una preocupación que ha sido abordada por una encuesta realizada por la empresa Tork que desde Filadelfia ha divulgado los resultados de ese sondeo que trae como conclusión que “la gente se siente insegura usando baños públicos con secadores de aire”.
Según el estudio de Tork, una marca de Essity, casi 8 de cada 10 personas en EE.UU. se sienten más inseguras yendo a instalaciones con baños públicos antihigiénicos hoy en día que antes de la COVID-19. Además, un tercio de las personas dicen que se sienten inseguras al entrar en un baño con secadores de aire.
El caso y sus argumentos
De acuerdo a los resultados analizados en la encuesta la creciente preocupación por la higiene en los baños públicos se expresa en las cambiantes preferencias de las personas por las soluciones de secado de manos.
Según el estudio, 70% de las personas desean que se les ofrezcan más facilidades de toallas de mano de papel como alternativa a los secadores de aire. El estudio también muestra que el 33% de las personas tienen ahora una mayor preferencia por las toallas de mano de papel que antes de COVID-19, siendo las razones más comunes que las toallas de mano de papel se perciben como más higiénicas (71%), se secan las manos más rápidamente (53%), y no propagan virus y bacterias en el aire (43%).
Las expectativas para los espacios públicos y las demandas de soluciones de higiene seguras son más altas que nunca. Según un estudio de Tork sobre el impacto de COVID-19 en la percepción de la gente sobre la higiene pública, el 86% cree que mantener un alto nivel de higiene en los baños públicos es crítico para la seguridad pública.
Alto costo a corto plazo
Según se ha analizado el costo de no ofrecer toallas de papel para las manos puede ser alto para las instalaciones. Más del 40% de los encuestados dicen que es menos probable que visiten lugares que no ofrecen toallas de mano de papel como alternativa para secarse las manos, y el 33% dicen que se sienten inseguros al entrar en un baño con secadores de aire.
“La pandemia ha demostrado que todas las empresas deben adaptarse a una nueva norma de higiene”, dijo Alberto Cajiga, Vicepresidente de Marketing, Higiene Profesional, Essity. Aunque algunas instalaciones podrían haber elegido secadores de aire antes de la pandemia, la facilidad percibida de los secadores de aire ya no es suficiente. Hemos visto un aumento en las solicitudes de los administradores de las instalaciones que quieren cambiar de secadores de aire a toallas de papel para manos. Ya no se sienten seguros con sus secadores de aire”.
Áreas de trabajo críticas siguen con papel
En las zonas de higiene crítica, como las plantas de elaboración de alimentos y los hospitales, las toallas de mano de papel han sido durante mucho tiempo la única solución aceptable para secar las manos*. La fricción de secar las manos con toallas de papel ayuda a eliminar más bacterias que otras opciones de secado.
Puedes leer: Filadelfia celebra con optimismo fallo de la corte a favor de la comunidad LGBT
Debido a COVID-19, los visitantes examinarán más áreas públicas que exigen que se apliquen mayores normas de higiene en todas partes, y el 86% dice que espera que los baños públicos proporcionen un entorno de higiene seguro en mayor medida ahora que antes del brote.
“El estudio sugiere que la gente ahora ve todos los espacios públicos como “críticos para la higiene”, como resultado de la pandemia mundial. Proporcionar soluciones que hagan que las personas se sientan seguras cuando visiten espacios públicos debe ser una prioridad para los administradores de las instalaciones que quieran volver a atraer a los invitados. El costo de no usar la opción más higiénica es simplemente demasiado alto”, dijo Cajiga.