Tras el sismo de 7 grados de magnitud que sacudió a Turquía y Grecia, los socorritas no han cesado en la labor de rescate de sobrevivientes. Un obvio escenario catastrófico dificulta los trabajos, pero los turcos están poniendo el alma para sacar de los escombros a los atrapados.
De acuerdo a una nota de Raziye Akkoc, de la AFP, en Bayrakli, provincia turca de Esmirna, nadie ha descansado. Los socorristas intentaron durante toda la noche abrirse paso a través de un gigantesco montón de hormigón y acero. Hoy en la mañana se mantenían sobre los restos de un edificio de viviendas de siete plantas, según la corresponsal francesa.
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El movimiento telúrico registrado ayer ha dejado entre Turquía y Grecia al menos 27 muertos. Un frenesí por hallar a los familiares con vida atiza el rescate de sobrevivientes. Los escenarios de esperanzas y a la vez luctuosos están en edificios que se derrumbaron en el oeste de Turquía.
La cronista gala relató que se oyeron los gritos de la multitud. Los socorristas extrajeron un cuerpo sin vida de entre los escombros. Los restos fueron extraídos dentro de una bolsa mortuoria negra. “¡Déjenme ver de quién se trata!”, suplicaba un hombre sin noticias de sus seres queridos.
Rescate de sobrevivientes
Reportes de instituciones de geofísica del área indicaron que la sacudida de ayer se sintió hasta en Estambul y Atenas. Se informó sobre un minitsunami. Las aguas tomaron las calles de Seferihisar, ciudad turca situada cerca del epicentro, y barrió las costas de Samos.
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“Ante esta catástrofe, Turquía y Grecia dejaron sus disputas diplomáticas a un lado, y se mostraron dispuestos a ayudarse”, escribió AFP. La meta común en esta oportunidad es el rescate de sobrevivientes.
En balance preliminar Grecia reporta que dos jóvenes murieron y nueve personas resultaran heridas. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, estará hoy sábado por la tarde a Samos, donde la situación “es extremadamente difícil”, según Protección Civil.