El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a dejar en claro su negativa a destinar más fondos para la atención de desastres en Puerto Rico, en una reunión con líderes republicanos en el Capitolio donde afirmó que la isla ya recibió demasiada asistencia para su reconstrucción en comparación con estados como Florida y Texas.
La postura Trump es motivo de confrontación con los demócratas en la Cámara de Representantes, quienes insisten en que no se aprobará un paquete de asistencia para desastres de entre 13.000 y 14.000 millones de dólares para los estados sureños, si no incluye ayuda adicional para Puerto Rico que quedó devastado por el paso de dos huracanes en 2017.
El senador de Florida, Marco Rubio, señaló que Trump les dijo a los republicanos durante un almuerzo a puertas cerradas que la ayuda para Puerto Rico “es muy desproporcionada en comparación con la que han recibido Texas, Florida y otros”.
Trump utilizó gráficos para ilustrar su opinión de que a Puerto Rico se le ha dado demasiada ayuda para desastres en comparación con estados como Texas, y no ha hecho buen uso de ella, dijeron los senadores.
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Los comentarios de Trump se producen mientras los republicanos y los demócratas están negociando los detalles de un paquete de ayuda para desastres.
Puerto Rico fue devastado por los huracanes Irma y María en 2017 y mientras el Congreso debate más ayuda, sus residentes corren el riesgo de perder la ayuda alimentaria para fines de mes.
A diferencia de los estados que han garantizado la financiación de asistencia nutricional, el programa de Puerto Rico se ejecuta como una subvención de bloque limitado. Los fondos adicionales proporcionados debido al paso del huracán María se están agotando.
Trump apoya un acuerdo de 600 millones de dólares para atender una carencia de cupones para alimentos, pero se opone a los términos más generosos de entregar fondos para reconstruir los anticuados sistemas hidráulicos y hacerlos más resistentes a futuras tormentas.
El paquete de ayuda para desastres pasó un obstáculo procesal con 90 votos a favor y 10 en contra, y se prevé que sea aprobado en el Senado esta semana y pase a la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata.
La presidenta de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias, la demócrata Nita Lowey, dijo que la cámara baja insistirá en destinar más ayuda a Puerto Rico o la medida no será aprobada en el Congreso.
“Casi tres mil vidas estadounidenses se perdieron en las históricas tormentas que devastaron a Puerto Rico y destruyeron su infraestructura y la isla sigue pasando apuros para recuperarse”, dijo Lowey en un comunicado conjunto con el senador demócrata Patrick Leahy.
La Cámara de Representantes aprobó en enero una versión paralela de la ley por 14.200 millones de dólares, pero quedó enredada en la disputa por el cierre parcial del gobierno y las exigencias de Trump de construir un muro en la frontera entre México y Estados Unidos.
La medida es de gran interés para legisladores de estados sureños como Florida, Georgia y Carolina del Norte, que fueron golpeados el año pasado por los huracanes Michael y Florence.
Hay dinero para atender las secuelas de un terremoto en Alaska, incendios forestales en California e inundaciones en Carolina del Sur, y para las actuales labores de recuperación en Puerto Rico.
Además, el gobierno de Trump se ha tardado en entregar el apoyo a Puerto Rico que el Congreso ya aprobó para la isla. “La falta de liderazgo y coordinación, aunada a demoras para cubrir las necesidades básicas en la isla, más de 18 meses después de recibir una declaración presidencial de desastre, ha dejado a demasiados niños y mayores en condiciones insalubres e inseguras, familias con casas severamente dañadas, y comunidades sin una infraestructura adecuada para mantener una calidad de vida decente”, dijeron el martes Leahy y el líder de la minoría demócrata en el Senado Chuck Schumer, en una carta dirigida a la Casa Blanca.