Una declaratoria de “emergencia nacional” está en ciernes de acuerdo a lo que se desprende de las dudas manifestadas por Donald Trump en relación a que en 21 días se logre un acuerdo bipartidista que derive en los US$ 5 mil 700 millones de dólares que su administración ha solicitado para edificar el muro fronterizo.
El presidente de EE.UU. pronosticó que las negociaciones con la oposición demócrata para mantener abierta la Administración estadounidense más allá de las próximas tres semanas “no serán fáciles”, e insistió en que hará lo que sea necesario para construir el muro en la frontera con México.
En su cuenta Twitter manifestó que “21 días pasan muy rápido. Las negociaciones con los demócratas comenzarán inmediatamente. No será fácil llegar a un acuerdo, las dos partes están muy atrincheradas en sus posturas”.
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Trump advirtió que si los presupuestos que diseñe el Congreso para impedir un nuevo cierre a partir del 15 de febrero no incluyen fondos para el muro, declarará una “emergencia nacional”, lo que le permitiría dedicar a ese proyecto fondos asignados a otras partidas.
Durante las próximas tres semanas que iniciaron el viernes 25 de enero con la firma del presupuesto parcial, un comité bipartidista de la Cámara de Representantes y del Senado se reunirá para desarrollar una propuesta de fondos para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), el encargado de la política migratoria del país.
Trump cedió a finales de la semana pasada y puso fin a un cierre parcial de la Administración de 35 días, el más largo de la historia de EE.UU., al firmar una ley que dota de fondos a las agencias federales durante las próximas tres semanas.
La decisión es considerada como un triunfo de los demócratas, especialmente en la posición infranqueable que mantiene Nancy Pelosi desde la Cámara de Representantes.
Desde la base de los “puntos de honor” es que Donald Trump no descarta hacer uso de sus poderes especiales desde el Ejecutivo, no solamente debido a que no ha conseguido argumentos para un acuerdo con Pelosi, sino porque está atorado en la necesidad de materializar una oferta electoral que de no cumplirla podría afectar su desempeño en los comicios de 2020.
