En medio de una “tormenta del desierto” que su decisión de atacar a “un blanco” iraní creó, el presidente Donald Trump está haciendo esfuerzos por detener el juicio político que en su momento se celebrará en el Senado y ha visto como “una buena idea” la propuesta de Robert Guliani en relación a que el Tribunal Supremo debería declarar inconstitucional el juicio político.
Donald Trump opinó que el juicio político en su contra no debería comenzar, días antes del inicio previsto en el Senado de ese proceso relacionado con las presiones del mandatario a Ucrania.
La expresión “no he hecho nada mal”, parece un “bucle” en su cuenta social Twitter, plataforma desde donde ha exhibido en restringidos caracteres y de manera incesante que el impeachment es una farsa.
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El Jefe de Estado publicó un enlace a un video en el que su abogado, Rudy Giuliani, argumentaba que el Tribunal Supremo debería declarar inconstitucional el juicio político, e impedir así que se celebre, un concepto que Trump pareció respaldar, al incluir en su tuit el comentario “gran idea”.
Con todos los acontecimientos que orbitan a su alrededor, es muy improbable que el Supremo decida meterse en la disputa entre los poderes legislativo y ejecutivo, y no está del todo claro que tenga potestad para hacerlo en este caso.
Pelosi está en la cancha
Las movidas de la Oradora Nancy Pelosi están por hacerse durante esta semana. El domingo eludió aclarar cuándo exactamente dará el relevo al Senado en el proceso contra Trump. Lo que si se sabe es que esta semana enviaría a la Cámara Alta los cargos políticos.
Además será mañana martes cuando se reunirá con los miembros de su partido para decidir cuándo se envían los cargos y quiénes serán los “managers of impeachment”, los miembros de ese hemiciclo que harán de fiscales en el proceso de destitución.
Durante entrevista dada por la líder demócrata a la cadena ABC News, la presidenta de la Cámara Baja dijo que “decidiremos en nuestra reunión cuándo los enviamos”.
Se estima que los procesos en el Senado serán expeditos. Una vez que se envíen los artículos, el juicio político se pondrá en marcha rápidamente. Se cree que como pronto a partir del miércoles, aunque es probable que los primeros días se dediquen a la preparación del proceso.
Pelosi defendió el domingo su decisión de retrasar varias semanas el envío al Senado de los cargos contra Trump, aprobados por la Cámara Baja el 18 de diciembre, con el fin de presionar a los republicanos para que convoquen testigos clave en el proceso.
“Ahora la pelota está en su campo: o hacen eso o pagan el precio”, advirtió Pelosi, quien insinuó que ese precio podría notarse en las urnas durante las elecciones de noviembre.
La líder demócrata no descartó emitir una citación judicial para que testifique el exasesor de seguridad nacional, John Bolton, si el Senado no lo hace; y tampoco dejó fuera de la mesa la posibilidad de impulsar más cargos políticos contra Trump en un futuro.
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Alertó, además, de que los republicanos incurrirían en un “encubrimiento” si desestiman los cargos contra Trump antes de iniciar el juicio político, una idea que los conservadores han barajado pero que es inviable, porque se necesitarían dos tercios de los votos en la cámara.