Hace menos de un año atrás, la Thomson Reuters Foundation a través de un sondeo realizado en los 193 estados que integran la ONU, sacó a la luz que EE.UU. estaba en el Top 10 de los países donde las mujeres son víctimas de agresiones sexuales.
Esa realidad, unida a un lerdo sistema de justicia incapaz de procesar en tiempos razonables los casos de violación que están estancados en los 50 estados de la Unión, obligó al presidente Donald Trump a firmar un proyecto de ley para eliminar el atraso en las pruebas de violación.
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Para las mujeres de India, Afganistán, Siria, Somalia, Arabia Saudita, Pakistán, Congo, Yemen o Nigeria, pudiera resultar desesperanzador que una nación que exhibe en su vitrina republicana tantos trofeos de “primeros lugares”, se encuentre atascada porque “no tiene presupuesto para procesar miles de “kits de violación” que permitirían hacer justicia para al menos 100 mil mujeres que aguardan porque el ADN apunte a quienes ellas denuncian como su atacante.
Es interesante notar el detalle de que un Presidente estadounidense tenga que intervenir para firmar una ley que ayude a analizar las trazas biológicas de una violación, debido a que la falta de recursos tiene a las experticias estancadas.
A través de la legislación firmada por Trump, se proporcionará fondos del Departamento de Justicia para ayudar a los gobiernos locales a superar el atraso de los kits de violación que no han sido examinados. Actualmente, se sabe que hay más de 100 mil estuches de violación sin examinar en todos los EE. UU.
De acuerdo a una nota periodística elaborada por ABC News, la Casa Blanca dijo que la Ley de Reautorización de Debbie Smith del 2019 asegurará que “los criminales sean llevados ante la justicia,” según una declaración de la Secretaria de Prensa Stephanie Grisham.
“Sabemos que el ADN tiene muchas más probabilidades que las huellas dactilares de resultar en la identificación de un criminal, sin embargo, miles de estuches de violación actualmente se encuentran sin probar en laboratorios y en estantes de almacenamiento de la policía en toda la nación”, decía la declaración de Grisham.
La legislación proveerá 151 millones de dólares al Programa de Subsidios para el Atraso de ADN de Debbie Smith, 12.5 millones de dólares para programas de entrenamiento y educación en ADN y 30 millones de dólares para el Programa de Subsidios para Exámenes Forenses de Agresión Sexual, reportó ABC News.
La propuesta de ley, que fue aprobada originalmente en el 2004, fue nombrada en honor a una víctima que fue atacada en 1989 y cuya evidencia no fue analizada hasta cinco años después.
Desde el 2005, ha llevado a más de un 40 por ciento de coincidencias de ADN debido a su financiamiento, reportó la cadena. Los defensores dicen que es importante combatir el atraso debido a la carrera contra el reloj con el estatuto de limitaciones en algunas jurisdicciones.
El financiamiento tradicionalmente tiene un apoyo bipartidista pero quedó atrapado en medio del debate que rodea la reautorización de la Ley de Violencia en Contra de la Mujer este año, según ABC News.
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De acuerdo a un dato hallado en el portal de la Agencia Europa Press, Estados Unidos es el único país occidental que figura en la lista de los diez más peligrosos para las mujeres y se sitúa en tercera posición junto a Siria en lo que se refiere al riesgo de violencia sexual para las mujeres, incluida violación, acoso sexual, sexo por coerción y falta de acceso a la justicia en los casos de violación.
El sondeo se realizó tras la campaña #MeToo que se hizo viral en 2017, con miles de mujeres usando las redes sociales para compartir historias de abusos y acoso sexual.