El concejo de Caza y Pesca de Nueva Jersey aprobó abrir una temporada de caza de osos negros en diciembre, de esta manera buscan eliminar a más de 500 animales durante una semana. La decisión es controvertida pues en ocasiones anteriores, ha sido muy criticada por activistas y ecologistas.
Actualmente hay un alza de avistamientos de osos en zonas residenciales, señaló el Gobernador del estado Phil Murphy, así que propuso reactivar el permiso de caza de estos especímenes y la iniciativa fue aprobada.
«Desde los datos que hemos analizado hasta las historias que hemos escuchado de familias de todo el estado, está claro que la población de osos negros de Nueva Jersey está creciendo significativamente, y las estrategias de manejo de osos no letales por sí solas no son suficientes para mitigar esta tendencia», señaló un comunicado.
«Todos los habitantes de Nueva Jersey merecen vivir en comunidades en las que sus hijos, familias y propiedades estén protegidos contra daños, y aunque me comprometí a poner fin a la caza de osos, los datos exigen que actuemos ahora para evitar interacciones trágicas entre osos y humanos», agregó.
Esta medida en Nueva Jersey busca reducir la población de osos negros y las interacciones peligrosas entre osos y humanos. La temporada iniciaría el 5 de diciembre y concluiría el 10 de diciembre de 2022 con el objetivo de eliminar a un máximo del 30% de la población de estos animales que se estiman en unos 3,200 ejemplares en el estado.
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El Departamento de Protección Ambiental (DEP) estimó que la población de osos negros en los condados de Morris, Passaic, Sussex y Warren, ha aumentado y a su vez, los incidentes de enero a octubre aumentaron un 237 % en comparación con el mismo período en 2021. Al menos 62 casos fueron encuentros agresivos con humanos.
De no alcanzar la cantidad correspondiente, la temporada se extendería hasta la siguiente semana, es decir, del 14 al 17 de diciembre.
No obstante, toda la actividad será regida por ciertas condiciones. No se podrá matar a un oso que pese menos de 75 libras; los cazadores no podrán intentar matar un oso adulto que esté en presencia de cachorros y tampoco podrán intentar la caza de un oso que esté en un radio de 300 pies de las áreas protegidas.
Murphy aseguró que sentía que no tenía opción de reanudar la cacería, que no se llevó a cabo el año pasado. «Si bien me comprometí a poner fin a la caza del oso, los datos exigen que actuemos ahora para evitar interacciones trágicas entre osos y humanos», dijo.
Fue en el año 2003 cuando la caza de osos se reintrodujo en Nueva Jersey para controlar la creciente población, después de una pausa de casi tres décadas. Antes del año pasado, se había llevado a cabo anualmente desde 2010 y enfrentó repetidamente desafíos legales continuos de las organizaciones de protección animal.