El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, aseguró que no permitirá que el estado ejecute a ningún recluso mientras esté en el cargo. Pidió a los legisladores derogar la pena de muerte.
Shapiro fue enfático al mencionar que se negará a firmar órdenes de ejecución y que usará su poder como gobernador para conceder indultos a cualquier recluso cuya orden esté programada.
Al hacerlo, está ejerciendo una autoridad utilizada durante ocho años por su predecesor, Tom Wolf, para imponer efectivamente una moratoria a la pena de muerte en un estado donde se ha utilizado escasamente.
Shapiro dio un paso más allá y le pidió a los legisladores que derogaran la pena de muerte. “Estoy pidiendo respetuosamente a la Asamblea General que trabaje conmigo para abolir la pena de muerte de una vez por todas aquí en Pensilvania”. (greenbot.com)
Durante una rueda de prensa, realizada en la Iglesia Comunitaria Mosaic en Filadelfia, detalló que Pensilvania no debería ser uno de los 27 estados que permiten la pena de muerte.
Today, I'm announcing I will not issue any execution warrants during my term as Governor.
When one comes to my desk, I will sign a reprieve every time — and I’m asking the General Assembly to send me a bill abolishing the death penalty in Pennsylvania once and for all.
— Governor Josh Shapiro (@GovernorShapiro) February 16, 2023
Todo este debate se origina luego de que el gobernador recibiera la semana pasada, la primera orden de ejecución.
Durante su campaña, Shapiro manifestóla evolución que tuvo ante este tema. En ese momento había dicho que se oponía moralmente a la pena de muerte, a pesar de que al postularse como fiscal general en 2016 era partidarioen los casos más atroces.
Shapiro está cambiando su postura en medio de la reducción del apoyo a nivel nacional para la pena de muerte.
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Durante el mandato de Wolf, desde el 2015 hasta el mes pasado, los jueces dictaron ocho sentencias de muerte más. Mientras tanto, el exgobernador emitió el mismo número de aplazamientos a los reclusos que habían sido programados para ser asesinados.
En ese momento Wolf había dicho que continuaría con los aplazamientos hasta que los legisladores abordaran las desigualdades en el uso de la pena de muerte, pero los legisladores nunca lo hicieron.
El uso de aplazamientos por parte de Wolf fue confirmado por la Corte Suprema del estado en una impugnación legal presentada por los fiscales del condado, que argumentaron que estaba convirtiendo inconstitucionalmente lo que se había destinado a ser una herramienta temporal en una permanente.
You can read my full remarks here, and understand how and why I've evolved on this issue over time.
The Commonwealth shouldn’t be in the business of putting people to death.https://t.co/vxLPKcbPQ6
— Governor Josh Shapiro (@GovernorShapiro) February 16, 2023
Pensilvania ha ejecutado a tres personas desde que se restableció la pena de muerte en 1976, puesto que los tribunales y gobernadores, han bloqueado todas las demás sentencias de muerte.
La ejecución más reciente del estado tuvo lugar en 1999. Los tres hombres que fueron ejecutados renunciaron a sus apelaciones voluntariamente.
¿Cuándo aplica?
En Pensilvania, la pena de muerte solo se puede aplicar en los casos en que un acusado sea declarado culpable de asesinato en primer grado si hay factores agravantes en la condena.
Una vez que se emite una condena, se produce una audiencia separada, donde se tienen en cuenta las circunstancias agravantes y atenuantes antes de que un jurado haga una sentencia formal, en este caso, la entrega de la pena de muerte.
Si a través de varias apelaciones, los tribunales mantienen la sentencia, el caso llegará al escritorio del gobernador, en este caso de Shapiro.