El pasado lunes la MLB dio a conocer la decisión sobre una denuncia interpuesta contra los Astros de Houston a finales del año pasado. Al equipo se le acusó de un complejo robo de señas durante la Serie Mundial del 2017 a los Dodgers de los Ángeles.
La MLB y el comisionado, Rob Manfred, decidieron que el gerente general de los Astros de Houston, Jeff Luhnnow, y su mánager, A. J. Hinch, fuesen suspendidos un año por este acto tramposo.
Tras conocerse la noticia el dueño del equipo Jim Crane, despidió a los aludidos, razón por la cual ahora Houston deberá buscar un nuevo gerente general y un nuevo manager.
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A pesar de la sanción los Astros conservarán su corona del 2017 que es la única que ostentan en sus vitrinas. Sin embargo, adicional a la sanción a los artífices de sus logros y sus trampas, el equipo también tendrá pérdidas de selecciones del ‘draft’ de la primera y segunda ronda en este y del próximo año y tendrá que pagar una multa de 5 millones de dólares que es el máximo establecido en las Grandes Ligas.
Según reportes de diarios estadounidenses, el sistema robo de señas consistía en cámaras, tanto de seguridad como de televisión, que se ubicaban de forma que pudiesen grabar el dogout del equipo contrario en el Minute Maid Park, estadio de los Astros.
El 12 de noviembre de 2019, The Athletic publicó una historia en la que Mike Fiers, un exjugador de los Astros, denunciaba que Houston usaba un esquema de robo de señales, violando las reglas de la MLB.