El Papa Francisco lavó los pies a doce jóvenes que permanecen presos en una cárcel de menores de Roma, al cumplir con los ritos de Jueves Santo a pesar de sus recientes problemas de salud.
Conforme a la tradición cristiana, el Sumo Pontífice representó el gesto de humildad que tuvo Cristo con sus apóstoles antes de ser arrestado, condenado a muerte y crucificado un viernes en Jerusalén.
El Papa argentino de 86 años, quien permaneció hospitalizado varios días la semana pasada debido a una bronquitis, lo que desató preocupación entre los católicos, acudió este Jueves Santo a la prisión de Casal del Marmo en el norte de la capital italiana, donde ya había realizado ese rito en 2013.
El Papa Francisco ha lavado los pies a 12 reclusos de distintas nacionalidades, etnias, culturas, lenguas y confesiones religiosas. @Pontifex_es pic.twitter.com/Jzd4FR4WFn
— Pildorasdefe (@Pildorasdefe) April 6, 2023
Apoyado en un bastón, Jorge Mario Bergoglio, se paró frente a cada uno de los doce jóvenes arrestados -entre ellos dos muchachas- para lavarles los pies e inclusive se inclinó para besarlos.
Algunos de ellos le devolvieron el gesto con un beso en la mano, otros intercambiaron algunas palabras con él. “Voy a cumplir con este ritual. No es folclor. Espero salir de esta porque no puedo caminar muy bien”, explicó Francisco en alusión a sus problemas para caminar por los dolores en una rodilla que lo obligan a moverse en silla de ruedas.
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Entre los jóvenes había inclusive un musulmán, además de católicos de varias partes del mundo, según precisó el Vaticano que transmitió por primera vez en directo la ceremonia.
Desde el inicio de su pontificado en 2013, el Papa Francisco decidió llevar esta celebración fuera del Vaticano.
Este Jueves Santo en horas de la mañana el Sumo Pontífice presidió en la basílica de San Pedro la tradicional Misa Crismal en la que se bendice el aceite santo que servirá para otros sacramentos durante el año.
El próximo Domingo con ocasión de la Pascua que conmemora la resurrección de Cristo según el relato de los Evangelios, Francisco impartirá la bendición “Urbi et Orbi”, a la ciudad y al mundo y leerá el tradicional mensaje sobre los problemas del mundo.