Los espacios de la nueva normalidad vuelven a abrirse y los viejos peligros siguen al asecho. Un ingrediente típico de las festividades de verano es el uso de fuegos artificiales. Nuevamente las recomendaciones de seguridad vuelven a la escena. Hay que recordar al público que un tercio de los quemados por la pirotecnia son niños.
Desde Allentown un boletín de prensa fue enviado por el Comisionado de Bomberos del Estado. Bruce Trego, desde su puesto de observación, recordó que millones de residentes de Pensilvania se preparan para celebrar el Día de la Independencia. Emitió recomendaciones en conjunto con líderes locales y a la Red de Prevención de Quemaduras (BPN). Instó a residentes a tomar las medidas necesarias para proteger tanto a sus seres queridos como a sus propiedades.
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“Lo decimos todos los años porque es cierto: los fuegos artificiales no son juguetes”, dijo Trego. “Con significativos progresos logrados por la vacunación, este verano promete una vuelta a la normalidad en muchos aspectos. Tenemos que asegurarnos de que un espectáculo pirotécnico no resulte en un viaje innecesario a una sala de urgencias.”
Quemados por la pirotecnia
Datos estadísticos apoyan la preocupación del Jefe de Bomberos. Existe preocupación que una desproporcionada alegría tras 15 meses de encierro juegue en contra del bienestar de todos. Los últimos registros que se tienen son de 2018. La data es suficiente para justificar la preocupación. El 36% de los lesionados de ese año fueron niños menores de 15 años.
“El año previo a la pandemia hubo cinco muertes no profesionales relacionadas con fuegos artificiales. Se estima que 9.100 pacientes fueron tratados por lesiones de fuegos artificiales. El número proviene de las salas de emergencia de los hospitales en todo el país. Aproximadamente la mitad de las lesiones reportadas fueron quemaduras. La cabeza, los ojos, la cara o las orejas son las parte del cuerpo más frecuentemente impactada”.
Las siguientes sugerencias de los Bomberos puede evitar que haya quemados por la pirotécnica.
- No permita nunca que los niños jueguen con fuegos artificiales. Ni siquiera con bengalas. Pueden arder a temperaturas de al menos 1200 grados.
- Permita que los adultos enciendan los fuegos artificiales de uno en uno, y luego aléjese rápidamente.
- Nunca apunte o lance fuegos artificiales a otra persona.
- Ten a mano un cubo de agua o una manguera de jardín en caso de incendio.
- Nunca recoja ni intente volver a encender fuegos artificiales que no se hayan encendido completamente.
- Una vez que los fuegos artificiales se hayan quemado, rocíelos completamente con agua. Hágalo antes de recogerlos o desecharlos para evitar incendios en la basura.
Conozca las restricciones
Según ley estatal, los residentes de Pensilvania mayores de 18 años pueden comprar y utilizar fuegos artificiales de clase C. Son también conocidos como fuegos de consumo. No son inofensivos, al menos un tercio de los quemados por pirotecnia son niños. Se aplican ciertas restricciones, entre ellas:
- No pueden encenderse ni descargarse en una propiedad pública o privada sin el permiso expreso del propietario.
- Exímase de descargarlos desde el interior de un vehículo o edificio.
- No los descargue hacia un vehículo de motor o un edificio.
- Evite lanzarlos a menos de 150 pies de una estructura ocupada, haya o no una persona presente.
- No pueden descargarse mientras la persona esté bajo la influencia del alcohol, de una sustancia controlada o de otra droga.
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Las ordenanzas locales pueden incluir restricciones adicionales. Consulte siempre con su municipio antes de comprar o utilizar fuegos artificiales de clase C. Se pueden encontrar en Internet consejos adicionales. Asimismo consejos de seguridad contra incendios de temporada. Además, los residentes pueden suscribirse al boletín mensual de preparación ReadyPA, que incluye consejos de preparación oportunos. Inscríbase para recibir esta útil información aquí.