Este martes se llevó a cabo el evento de Apple que tanto esperan los más fanáticos de la tecnología. La compañía californiana anunció la renovación de sus productos más vendidos en el mundo marcando un back to basics para Apple, pero con mejoras predecibles que incluyeron mejores cámaras, batería de mayor duración y procesamiento más rápido en sus dispositivos.
Contrario a algunos rumores y a lo que siempre se piensa, Apple realizó las actualizaciones sin aumentar drásticamente el precio base de sus diversos modelos. Los productos “Pro” ahora tendrán muchísimo más capacidad de almacenamiento y para grabar videos se podrá activar el modo retrato. En resumen, presentaron cuatro nuevos iPhones 13, un nuevo Apple Watch y un iPad.
Los nuevos teléfonos inteligentes, el iPhone 13 mini, el iPhone 13, el iPhone 13 Pro y el iPhone 13 Pro Max, no incluyen ningún cambio de diseño o características innovadoras, al menos en comparación con el anuncio 5G del año pasado.
El iPhone sigue siendo un importante impulsor de ingresos para la empresa y sigue siendo fundamental para su ecosistema de productos.
Puedes leer: Facebook y Ray-Ban se unen para crear lentes inteligentes
Apple presentó el nuevo Apple Watch Series 7, un dispositivo más delgado con una pantalla más ancha que su predecesor. El nuevo reloj tiene una pantalla que es un 20% más grande que la Serie 6. Puede mostrar un 50% más de texto y también tiene un teclado completo que puede tocar o deslizar para escribir mensajes de texto.
El iPad actualizado viene con una nueva cámara ultra ancha de 12MP con Center Stage, que utiliza el aprendizaje automático para ajustar la cámara frontal durante las videollamadas FaceTime, y más compatibilidad con accesorios que funciona con el Apple Pencil de primera generación.
El evento también llega en medio de cierta incertidumbre: Un juez estadounidense dictaminó la semana pasada que Apple ya no puede prohibir a los desarrolladores de aplicaciones de dirigir a los usuarios a las opciones de pago fuera de la App Store. La compañía se enfrenta al escrutinio antimonopolio de los reguladores en los EE. UU.